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Claves para mejorar la gestión hospitalaria

Santiago Venegas
Por : Santiago Venegas Gerente general del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
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El modelo de concesiones, es sin dudas, la herramienta que mejores resultados puede entregarle al sector salud. No se trata de privatizar la salud en Chile, pensar aquello es un error.


La actual situación post terremoto es una inmejorable oportunidad para mejorar la gestión hospitalaria en Chile.

La salud sigue siendo uno de los sectores más cuestionados por la ciudadanía. Listas de espera que parecen no acabar nunca, largas jornadas para recibir atención de urgencia, un sistema administrativo- financiero que no permite actuar con la velocidad y condiciones que la sociedad exige.

El país realizó un gran avance en la última Reforma a los Sistemas Salud, sin embargo la implementación de componentes esenciales, como los modelos de organización y gestión, los requerimientos de infraestructura y el financiamiento operacional del sistema requieren de un fuerte impulso e innovación. Hoy tras el terremoto, donde la situación se agudizó en varias regiones, estas deficiencias se tornan dramáticas para satisfacer adecuadamente la atención del 70% de la población que en promedio utiliza la red pública de salud.

[cita]El modelo de concesiones, es sin dudas, la herramienta que mejores resultados puede entregarle al sector salud. No se trata de privatizar la salud en Chile, pensar aquello es un error.[/cita]

Esta catástrofe nos permite la oportunidad única para realizar un potente cambio en la gestión de nuestros hospitales, así como el poder profesionalizar el sistema actual y dotarlo de un modelo de gestión eficiente acorde al desarrollo que vive el país en otros ámbitos.

En primer término, innovar en el modelo de organización. Definir claramente los derechos y deberes de la comunidad hospitalaria. Identificar y separar las funciones estratégicas, políticas y de financiamiento de un hospital con las de ejecución e implementación de acciones, es decir identificar los roles de directorio y directivo (gerente), para ello es vital que se avance en la instalación de gobiernos corporativos, definido como aquel conjunto de principios y normas que regulan el diseño, integración y funcionamiento de los estamentos de gobierno del hospital. Un buen Gobierno Corporativo provee los incentivos para proteger los intereses de la organización y sus mandantes, monitorizar la creación de valor y uso eficiente de los recursos. Con ello se asegura la viabilidad en el largo plazo de la empresa-hospital, de su organización, de su tamaño, eficiencia, de su desarrollo, identificando claramente la responsabilidad de cada integrante del Hospital.

Lo segundo, es asegurar la disponibilidad permanente de infraestructura, con equipamiento de alto estándar, acorde a los requerimientos que exige la industria de la salud, permitiendo al hospital acercarse permanentemente a la curva de innovación tecnológica y alejarse de la de obsolescencia. En países desarrollados con larga trayectoria en sistemas públicos de salud, como Inglaterra, España, Italia, Francia y Canadá y en algunos más cercanos como Brasil o México donde la salud pública es también muy fuerte, se ha avanzado aceleradamente en modelos de asociación pública-privada o concesiones como vía para materializar estos requerimientos permitiendo dotar a los sistemas hospitalarios de la infraestructura que responde a las necesidades de hoy.

El modelo de concesiones, es sin dudas, la herramienta que mejores resultados puede entregarle al sector salud. No se trata de privatizar la salud en Chile, pensar aquello es un error, ya que la propiedad y responsabilidad de los servicios asistenciales siguen estando en manos del sector público. De lo que se trata, es de dotarla de nuevos y eficientes mecanismos y herramientas para hacer de la salud pública, un modelo eficiente.

Y el tercer y último factor es considerar un hospital como una empresa de prestaciones de alta complejidad. Hoy en día, un hospital de alta complejidad genera más de 3 mil prestaciones distintas y para producirlas requiere más de 6 mil elementos entre fármacos e insumos clínicos y generales, de ahí que la ecuación de gestión sea tan compleja. Se deben transparentar los costos reales de las prestaciones e identificar los niveles de demanda a satisfacer, de manera que el Fonasa tenga la capacidad financiera de compra de la actividad asistencial.

La compleja y permanente deuda de los hospitales se basa en parte en la falta de incentivos y control en los equipos directivos de gestión de los establecimientos, la brecha entre los aranceles y costos reales y  porque el que compra las prestaciones (Fonasa), requiere de la capacidad económica de satisfacer la demanda.

Hoy el Hospital Clínico Universidad de Chile se encuentra en pleno proceso de mejoramiento de su modelo gestión, alcanzando  resultados que permiten visualizar en el corto plazo una organización más competitiva y eficiente. Teníamos un importante endeudamiento, no alcanzábamos a cubrir las necesidades operacionales, con un margen de operación negativo, por lo tanto para seguir funcionando debíamos modificar con urgencia esta situación. Lo fundamental fue generar las condiciones y exigencias para que el paciente acreditara su condición de pago, controlamos el gasto, fortalecimos la función de producción clínica y potenciamos la relación de los seguros públicos y los privados. Los próximos pasos nos exigen mejorar nuestros resultados de gestión y modernizar nuestras instalaciones a través de mecanismos asociativos que nos permitan en el menor plazo disponer de la infraestructura y equipamiento para satisfacer la creciente y compleja demanda asistencial.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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