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Canal 13: el clon

Cristián Cabalín
Por : Cristián Cabalín Académico del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de la Universidad de Chile.
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Para competir en el sistema de medios de comunicación, la primera condición es distinguirse del resto y hasta ahora el supuesto nuevo Canal 13 parece más bien un clon de Televisión Nacional. Los medios pueden compartir enfoques, tratamientos y sesgos, pero un buen proyecto necesita una identidad clara que permita generar sintonía con el público y diferenciación con la competencia.


Hace unos años, en las pantallas de Canal 13 se exhibió El Clon, una exitosa teleserie brasileña. Era la época de Enrique García como director ejecutivo y aún los números estaban en azul. Un lustro ha pasado desde entonces y hoy la realidad de la estación televisiva es totalmente distinta.

Falta muy poco para materializar el traspaso del 67% de la propiedad a Andrónico Luksic. El empresario recibe un canal con malos resultados en los últimos años y con escasa influencia. Solo en el 2009, tuvo pérdidas por más de 7 millones de dólares y el noticiero central terminó cuarto entre cuatro.

Se espera, entonces, un cambio radical en la estructura del Canal 13, augurando innovación y sorpresa. Sin embargo, lo único inédito por el momento es el poderoso intento por arrebatarle lo mejor a las otras estaciones, algo nunca antes visto según el director ejecutivo de TVN, Mauro Valdés. Primero fueron los ejecutivos, luego quienes generan los contenidos y, posteriormente, los rostros televisivos.

[cita]Si Canal 13 intenta replicar la forma de operar de TVN, su programación, sus rostros y sus estilos perderá la preciosa oportunidad de convertirse en una estación de referencia.[/cita]

Con las últimas contrataciones, más que generar identidad propia, Canal 13 está apostando a repetir una fórmula ganadora. Por eso, la grúa hacia TVN no ha parado, lo que puede constituir el primer error de la era Luksic, si esas incorporaciones no van acompañadas de apuestas en la parrilla programática.

Para competir en el sistema de medios de comunicación, la primera condición es distinguirse del resto y hasta ahora el supuesto nuevo Canal 13 parece más bien un clon de Televisión Nacional. Los medios pueden compartir enfoques, tratamientos y sesgos, pero un buen proyecto necesita una identidad clara que permita generar sintonía con el público y diferenciación con la competencia.

En la industria mediática, los actores necesitan capturar audiencias cada vez más escurridizas y, por ello, apuestan a entregarle un valor diferenciador a sus contenidos. Por ejemplo, The New York Times es distinto a USA Today; Fox News a CNN; Clarín a Página/12; TVN a CHV.

Televisión Nacional se consolidó como marca y hoy las audiencias lo reconocen dándole el primer lugar. Chilevisión apostó a ser distinto para competir y ha sido exitoso con su fórmula. Son actualmente los dos proyectos potentes de la TV chilena, a quienes la estación de Luksic debe mirar, pero no imitar. Si Canal 13 intenta replicar la forma de operar de TVN, su programación, sus rostros y sus estilos perderá la preciosa oportunidad de convertirse en una estación de referencia.

De todos modos, Canal 13 tuvo durante la cobertura del rescate de los mineros un reposicionamiento periodístico destacado. El valor informativo es uno de los pilares de la industria televisiva. Según un estudio de la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales y Feedback, el 40% de chilenos considera que la TV abierta es el medio con mayor credibilidad y un 59% indica que es el soporte más influyente.

Canal 13 tiene figuras destacadas en su departamento de prensa, pero no lo suficientemente bien utilizadas. Quizás, potenciar los programas informativos, de debate e investigación puede dar buenos resultados. Ahí es donde los canales también se juegan su prestigio e influencia.

La televisión digital impone, además, nuevos desafíos a las grandes estaciones, pues si se materializa la promesa de aumentar la diversidad, existirá una mayor fragmentación y menor fidelidad de las audiencias. Por ello, es indispensable generar un vínculo estrecho con los espectadores. Ese debería ser el objetivo de Canal 13, pero primero tiene que encontrar su nueva identidad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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