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Estamos bien en el refugio los 33

Claudio Ruiz
Por : Claudio Ruiz Presidente de la ONG Derechos Digitales
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Sólo quiero quería aportar mis dos centavos sobre la delirante cuestión sobre los derechos de autor sobre el mensaje famoso que enviaron los mineros de Atacama, que tiene metido en medio al escritor Pablo Hunneus.

Según las notas de prensa, Hunneus fue al registro de propiedad intelectual para registrar a nombre de José Ojeda la frase con la que dieron señales de vida a la superficie. Claro, al parecer el famoso papel con letras rojas fue escrito por Ojeda y Hunneus, en una misión que comparte en partes iguales lo bondadoso con lo delirante, corrió a buscar protección en el registro.

Dos cosas interesantes además de las que ya se han dicho. La primera es que yo tengo dudas de si la frase es de aquellas cosas que la ley de propiedad intelectual protege. Si el objetivo de la protección legal es incentivar la creación de obras nuevas, entregándole protección a la frase supuestamente escrita por el minero Ojeda ¿Lo estamos incentivando a crear más frases ingeniosas?

Por otro lado, la ley protege aquellas obras del intelecto humano que revisten cierta originalidad. No protege slógans ni frases bien escritas por más que ellas sean importantes. En otras palabras, usted perfectamente puede escribir un libro de poemas que se llame “Canto General”, siempre y cuando, por cierto, no sea el mismo libro que escribió Pablo Neruda. También puede inaugurar su nueva carnicería como “2666″ sin que los herederos de Bolaño tengan algo que decir ni dinero que cobrar. Por vergonzoso que nos parezca, la compra masiva de dominios .cl el día del rescate puede ser un poco oportunista, pero es perfectamente razonable el montar una web sobre la hazaña técnica que trajo de vuelta a los atrapados. No hay buenas razones para impedir incluso la explotación comercial.

Los mineros han sido protagonistas tanto de un drama producto de precarias condiciones laborales como de la admirable hazaña técnica que supuso el rescate. Suponer que además deben recibir regalías por cada referencia, además de ser absurdo va muchísimo más allá del campo de acción del derecho de autor.

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