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El problema estructural de la PSU

Cecilia Silva
Por : Cecilia Silva Magíster en Bioquímica y estudiante de Doctorado en Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
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Observando el análisis estadístico para los resultados de la PSU obtenidos en 2010, el nivel educacional de los padres es la principal característica definitoria de la gran brecha observada.


Se acerca la fecha en que muchos estudiantes de cuarto medio deben rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y como estudiante, científica y por sobretodo chilena, me concierne la educación de nuestro país.

En los últimos años, se ha observado un incremento en el número de alumnos que rinden esta prueba y, cada año, un Comité Técnico evalúa los resultados tanto de los alumnos inscritos como de los puntajes obtenidos bajo distintos parámetros estadísticos: sexo, tipo de enseñanza, nivel socioeconómico, educación de los padres, etc. y sobre esto, es de vital importancia comentar algunos aspectos.

Si se analizan sólo los datos de los alumnos inscritos para rendir la PSU, el primer punto que llama la atención, es que gracias a la política de becas para rendir la prueba, entre el año 2007 y el 2010 ha aumentado el número de inscritos en un 56%. Sin embargo, un gran porcentaje del ausentismo actual se encuentra dentro de este segmento beneficiado, que pertenece particularmente a alumnos provenientes de establecimientos de educación subvencionada o municipalizada. Pero, ¿qué está pasando con estas oportunidades desaprovechadas?

[cita]Observando el análisis estadístico para los resultados de la PSU obtenidos en 2010, el nivel educacional de los padres es la principal característica definitoria de la gran brecha observada.[/cita]

Por otra parte, desde el año 2007 hasta ahora se ha observado que el mayor porcentaje de los alumnos inscritos que efectivamente rinden la prueba son aquellos de colegios particulares, específicamente del área científico-humanista. Esto último, parece ser algo más conocido, ya que es el argumento central para mejorar la calidad de la educación municipalizada. Sin embargo, si se extraen todas las demás variables y sólo se considera el nivel educacional de los padres de los alumnos que rinden esta prueba, independiente del colegio donde estudian, el porcentaje de alumnos que poseen padres con algún nivel de educación superior, es 10 puntos mayor.

Pero entonces, ¿no será esto un problema estructural de la sociedad chilena, más que de la educación municipal? Observando el análisis estadístico para los resultados de la PSU obtenidos en 2010, el nivel educacional de los padres es la principal característica definitoria de la gran brecha observada. Para esto utilizaré como ejemplo la PSU de matemáticas: la diferencia en probabilidad de obtener un puntaje mayor a 700 puntos entre un alumno proveniente de un colegio particular versus uno proveniente de colegio municipalizado, es sólo de un 8% si este último posee padres con algún nivel de educación superior. La brecha bruta sin normalizar por este parámetro es de casi un 20%. Esto denota un claro problema estructural de la educación en nuestro país, porque aunque mejoremos la educación municipal, si el nivel educacional de los padres es bajo, las grandes diferencias continuarán aunque claramente siempre existirán alumnos sobresalientes.

Tampoco se trata de afirmar que la educación municipal está perfecta y no debe sufrir cambios, claro que debe mejorarse y en muchos aspectos, pero, ¿Es que nadie ha tomado en cuenta estos datos? ¿Es LA solución mejorar la calidad del profesorado y la jornada escolar? ¿Cómo romper este ciclo? Claramente nuestro problema educacional es algo multifactorial, depende del ambiente familiar y del entorno fuera del colegio. Esta idea se refuerza con un estudio realizado por la Universidad Católica publicado recientemente donde se afirma que los docentes enseñan del mismo modo en colegios públicos y privados.

No sólo debe fortalecerse la educación municipal a través de los profesores, sino que también debe crearse una política de fomento para elevar el nivel educacional de la población que, por escasez de recursos, utiliza la educación pública para formar a sus hijos. Esto podría generarse mediante talleres en los mismos colegios, incitar a los padres a involucrarse más en el proceso educativo de sus hijos, fortalecer las bibliotecas municipales, etc. El que los padres antes de irse a la casa pasaran por un metro para recoger un diario de distribución gratuita para que el alumno tenga acceso al menos a periódicos en las casas ya sería un comienzo. ¿Qué está pasando realmente con nuestra educación? ¿Qué podemos hacer como sociedad para mejorar estas brechas? Tarea para la casa. Por lo demás, toda la información comentada en esta columna se encuentra disponible en: http://www.cta-psu.cl/

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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