Señor Director:
El Senador Tuma en carta a su diario me acusa de no haber tomado la iniciativa de proponer modificaciones a la regulación sanitaria cuando fui Ministro de Obras Públicas. Citando a un a una sultana Mora, señala que me aplicaría a mí lo que le señaló a su hijo cuando marchaba al exilio: “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”. Antes que nada, lamento que se intente descalificar con ataques personales la discusión de ideas sobre el mejoramiento de las políticas públicas. Aunque mis antepasados también marcharon al exilio junto con los moros en España, no pretendo recurrir a mi raíz semita para este debate.
En primer lugar, como Ministro de Obras Públicas me correspondía velar por la eficiencia de la regulación de las concesiones de obras públicas y puse todo lo que estaba de mi parte arriesgando mi mantención en el cargo para defender el interés público en el caso de las concesiones de obras públicas. Evitando la construcción de elefantes blancos, que solo beneficiaban a unos pocos y empobrecían a todos los chilenos, combatiendo las renegociaciones expropiatorias de concesiones y enfrentando a los concesionarios de cárceles para recuperar las cárceles paralizadas por 17 meses y otras con amenaza de paralización y finalmente logrando a pesar de la oposición de varios “progresistas” el envío de un proyecto de ley para terminar con los abusos de las concesionarias, el cual se aprobó en su parte sustantiva.
El tema de la regulación del sector sanitario y eléctrico ha estado a cargo del Ministerio de Economía, quien tenía la responsabilidad legal de dictar los decretos tarifarios. Lamento que un Senador de la Republica caiga en un error tan básico. A pesar de ello a los colaboradores del MOP les consta que mi plan era primero sacar adelante la reforma de concesiones y luego plantearle a la Presidenta una reforma de la regulación sanitaria, que en todo caso debía impulsar el Ministerio de Economía. Discutimos en el Ministerio y con la Superintendencia la necesidad de introducir cambios a la solución de diferencias tarifarias y a la regulación de derechos de agua.
Sin embargo, enfrentar simultáneamente a la industria de la construcción y a la sanitaria era un suicidio político. La continua solicitud de Chadwick de que me saquen de Ministro y de otros personeros de la concertación y la oposición a los que no les gustaba mi propósito de mejorar la regulación del sector de Concesiones. Mi reemplazo como Ministro de obras Públicas por Sergio Bitar, Presidente del PPD, dejó claro que ya me había creado demasiados adversarios en el complejo ámbito de la política y los intereses corporativos y que por tanto la reforma sanitaria, a pesar de que los “técnicos de expansiva” la pusimos en el Programa de la Presidenta Bachelet, tendría que esperar hasta una mejor ocasión. Esta es la ocasión, si el gobierno quiere vender acciones de las sanitarias, tiene que mejorar la regulación primero. Este debe ser el foco del debate y no querellas personales. Sabemos lo que hay que hacer: Establecer un panel de expertos permanente que dirima controversias tarifarias; eliminar la asimetría que existe, en que hoy las empresas eligen estratégicamente en qué parámetros discrepar con la Superintendencia; evitar que los terrenos que se compraron hace décadas y que es necesario adquirirlos, se valoricen a precio de reposición, ya que le otorga rentas por plusvalías inmobiliarias a las empresas. Finalmente, sería interesante que el Senador se instruya leyendo la multiplicidad de artículos, libros y columnas que he escrito desde el año 1988 sobre cómo mejorar la regulación y aumentar la competencia en diversos sectores de la economía chilena, Ahora soy director académico de un Diplomado y Master en regulación económica en la Universidad Adolfo Ibañez y desde este espacio espero seguir aportando al mejoramiento de las políticas públicas en Chile.
(*) Eduardo Bitrán,
Académico de la Facultad de Ingeniería
de la Universidad Adolfo Ibañez
