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La peligrosa doctrina de la corrupción nacional

Esteban Valenzuela Van Treek
Por : Esteban Valenzuela Van Treek Ministro de Agricultura.
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El doble estándar de la derecha con los actos de corrupción es muy grave en el caso de la Intendencia de Concepción. Si parte de la Concertación cometió el error estratégico de bajarle el perfil a problemas, rotar algunos funcionarios y minimizar sistemas ilegales de pago de funcionarios por las mismas empresas que debían fiscalizar, la Derecha rompe parte de su capital simbólico en la cerrada defensa de los funcionarios vinculados a la falsificación de información para obtener recursos.


El doble estándar de la derecha con los actos de corrupción es muy grave en el caso de la Intendencia de Concepción. Si parte de la Concertación cometió el error estratégico de bajarle el perfil a problemas, rotar algunos funcionarios y minimizar sistemas  ilegales de pago de funcionarios por las mismas empresas que debían fiscalizar,  la Derecha rompe parte de su capital simbólico en la cerrada defensa de los funcionarios vinculados a la falsificación de información para obtener recursos.

Recordemos que en torno al año 1980, los organismos multinacionales como el Banco Mundial y el BID impulsaron la adopción de criterios objetivos para focalizar la inversión pública, evitando la discrecionalidad y el aprovechamiento clientelar de los mismos. Bajo la dictadura, moros y cristianos, reconocen que los equipos de Miguel Kast, animados por el profesor Fontaine y su modelo de “evaluación social de proyectos”, acertaron en introducir requisitos, modelos, fichas de estratificación social, en la racionalidad y usos de algunos ministerios y el Fondo de Desarrollo Regional (FNDR).  Aunque la inversión pública se desplomó en la dictadura neoliberal (cuestión de observar el gasto en obras públicas, riego y salud), sí se valora que la inversión en servicios básicos (alumbrado público, agua, alcantarillado) y los mínimos subsidios sociales (la pensión asistencial), obedeciesen a cierta lógica “matemática”, donde las ecuaciones sólo operan bajo la seriedad y transparencia en los datos.

[cita]Mal hace el Presidente Piñera en seguir al aparato de la UDI en su defensa gremial y subgrupal.[/cita]

Todo esto lo tira por la borda Jacqueline Van Rysselbergher, y lo más grave, el Ministro del Interior, su superior jerárquico, quien juega con la Constitución al tolerar una funcionaria designada que ha sido cuestionada por las propias autoridades de vivienda por falsear datos, tras la denuncia del senador Navarro. La “neutralidad” del Estado y sus autoridades para administrar la información, y así permitir que los recursos siempre escasos se distribuyan de manera “objetiva”, ha sido violentada por la Intendenta y sus defensores. La ministra Matthei, recordemos, ya comenzó con las defensas “tendenciales” cuando se hizo adláter  de ediles de Recoleta y Huechuraba enredados en asuntos de consultorías cuestionadas, adelantando su propia competencia con Joaquín Lavín (la alcaldesa de Huechuraba se culpó de corrupción mutuamente con el yerno del presidenciable gremialista). Por su parte, Víctor Pérez, el duro de la fiscalización, el hombre implacable contra las defensas corporativas, defiende a su camarada de partido e insulta a todos los habitantes de otras comunas de su propia Región del Bío-Bío que  se vieron indirectamente afectados en la cantidad y celeridad de sus recursos de reconstrucción, porque en otras comunas de la misma zona se “agrandaban y falseaban los datos”. Para que explicar, como uno más uno, que las mentiras de los funcionarios gremialistas, afectaban por omisión a la devastada Constitución, Iloca, Tomé o Navidad.

Mal hace el Presidente Piñera en seguir al aparato de la UDI en su defensa gremial y subgrupal. Como un pobre  remake de otros episodios es señalar a la oposición como gente que persigue de manera irracional. Ya conocemos los sinsabores de hacer denuncias con pruebas, como las que ha hecho Navarro, a quien acusan de no “defender su Región” (¿Después lo denostarán de antipatriota?). Los ladrones detrás del juez.

La Intendente y su grupo burlaron las normas de probidad administrativa, los esfuerzos de Mideplan por focalizar adecuadamente, los de Vivienda por ser justos en los fondos de reconstrucción, los de Interior por asegurar el “espíritu neo portaliano (ajeno a las camarillas)” de la “nueva derecha”.  Hinzpeter debiera responder al Congreso. Él es quien avala esta verdadera Doctrina de la Corrupción Nacional que imponen los ex acusadores de la UDI.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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