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Consulta Ciudadana: una salida para La Florida

Matías Montenegro
Por : Matías Montenegro Psicólogo laboral. Vocero de Despitutados.cl
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Es un costo alto que pagaría la comuna -con aproximadamente 150.000 votantes, una estimación rápida sostiene que costaría $300 millones la consulta- pero sólo así el ganador tendría la legitimidad y credibilidad que hoy ni Carter (UDI) ni Herrera (PS) pueden invocar para asumir.


Luego del lamentable espectáculo que hemos visto en La Florida por parte de las 2 coaliciones políticas (con renuncias inconsultas a cargos de elección popular, acusaciones de deslealtades internas, renuncia de una concejala a su partido, la negociación de los partidos por los cupos, bloqueo de votaciones, etc) creo que llegó el momento de mirar hacia adelante y reflexionar con altura de miras sobre cómo salir del entuerto.

A fin de cuentas el municipio representa el nivel público más cercano y afecta directamente servicios básicos de los vecinos, por lo que es bastante explicable la preocupación de estos.

Si bien hay plazo hasta el viernes 18 de marzo para la votación del reemplazante de Gajardo de acuerdo a la LOC Municipal, es evidente que perdió legitimidad entre los ciudadanos el mecanismo de que los concejales voten por el reemplazante. No sólo porque el municipio puede cambiar de mano por una composición inversa del Consejo Municipal en relación al alcalde -como acabamos de constatar en Carahue- sino porque los concejales pueden no respetar las lealtades políticas más básicas, como hemos visto en La Florida. Cristóbal Bellolio insiste en que los floridanos votaron por Inés Gallardo como persona y no por las ideas que representa, pero esa distinción parece espuria y difícil de invocar, sobretodo a posteriori.

[cita]Para un municipio endeudado en cerca de 7.000 millones de pesos y que está al borde de la ingobernabilidad, hacer una consulta ciudadana resulta un verdadero sacrificio. Pero extender o judicializar el conflicto tendrá un costo mucho más devastador para los dirigentes políticos involucrados y para la democracia local, que han mostrado su peor cara en este impasse.[/cita]

Todos los actores plantean que hay que respetar la voluntad de los floridanos, claro que acomodan la forma a sus fines particulares. De hecho, una encuesta de Imaginación realizada el 12 de marzo establece que el 82% de los vecinos cree que debiese existir una nueva votación para escoger al reemplazante. Si bien la ley municipal no contempla la elección complementaria, sí permite las consulta ciudadana (arts. 93 y 96 LOCM) y la misma Ordenanza de Participación Ciudadana de La Florida la sugiere (art 36 OPC). La consulta ciudadana es un mecanismo de participación ciudadana, una votación no vinculante, en que los vecinos pueden dar su opinión sobre un problema que afecte a su comuna.

Bastaría entonces que los concejales y los partidos políticos se pusieran de acuerdo en ratificar en su cargo al concejal en ejercicio que saque más votos en la consulta ciudadana. Podrían perfectamente acordarlo en las sesiones ordinarias del Consejo Municipal de los miércoles, que no se han suspendido.

Es un costo alto que pagaría la comuna -con aproximadamente 150.000 votantes, una estimación rápida sostiene que costaría $300 millones la consulta- pero sólo así el ganador tendría la legitimidad y credibilidad que hoy ni Carter (UDI) ni Herrera (PS) pueden invocar para asumir. Los partidos están concientes de que están ventilando exageradamente sus malas prácticas –elegir  un candidato en minoría en el caso de la UDI, y bloquear una sucesión sólo porque el candidato les arrebata un baluarte territorial en el caso de la Concertación- pero el botín municipal de La Florida, que tiene más habitantes que regiones completas del país, parece nublarles la vista.

Para un municipio endeudado en cerca de 7.000 millones de pesos y que está al borde de la ingobernabilidad, hacer una consulta ciudadana resulta un verdadero sacrificio. Pero extender o judicializar el conflicto tendrá un costo mucho más devastador para los dirigentes políticos involucrados y para la democracia local, que han mostrado su peor cara en este impasse.

Además, la consulta ciudadana bien organizada nos permitiría conocer y profundizar en las propuestas para la comuna que tienen los candidatos para los próximos 2 años a través de algún debate, asunto sobre el cual no hemos escuchado palabra alguna hasta ahora. ¿Cómo lidiarán con los desafíos que supone el Estadio de La Florida? ¿Recortarán los programas sociales para hacerse cargo del déficit? ¿Mantendrán el estilo residencial y comunitario de la comuna en conjunto con su despegue económico?

Sería además un ejemplo y una señal potente de la ciudadanía hacia el mundo político de que necesitamos profundizar la participación ciudadana deliberativa en todos los niveles y que las reformas políticas que prometen cada vez que ocurren estos hechos (como eliminar el reemplazo cupular de alcaldes, concejales, diputados y senadores, traspasando dicha responsabilidad a los ciudadanos cuando quede un plazo prudente, como ahora) se materialicen a la brevedad posible.

Ya que hemos visto la pequeñez de los partidos políticos en este caso, podrían mostrar también un poco de grandeza y abrirse a esta opción. Como parece que no lo harán por voluntad propia, el rol de los propios ciudadanos va a resultar fundamental.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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