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Programas de educación sexual del Gobierno

Por: Daniel Contreras, encargado área de educación de UNICEF.


Señor Director:

La educación sexual en los colegios ha sido una “asignatura pendiente”. Se han realizado diferentes esfuerzos y se han impulsado numerosas iniciativas que no han logrado los efectos esperados. Lamentable, ya que se trata de un tema prioritario y de gran importancia en la vida cotidiana de los niños, niñas y adolescentes. Más aún si se toma en cuenta que cada año nacen en Chile cerca de 40 mil niños y niñas, cuyas madres son adolescentes.

Es por ello, que el anuncio del gobierno de impulsar un Plan de Educación Sexual para todos los establecimientos educacionales del país, constituye una buena noticia, por dos motivos: se hace cargo del problema y entrega herramientas para que los profesores puedan cumplir con los objetivos planteados por el Ministerio de Educación en esta materia.

Como se sabe, este Plan ofrece siete programas diferentes y diversos, entre los que los colegios deberán elegir; todos ellos integran afectividad y sexualidad y son de carácter progresivo, es decir, cubren toda la vida escolar de los alumnos y no sólo los últimos años. Nos parece importante que al momento de escoger los establecimientos educacionales tengan en cuenta criterios internacionales que den garantía sobre la efectividad de este tipo de programa, es decir, asegurar que de verdad aporten conocimientos, clarifiquen valores y actitudes, e incidan en el comportamiento de los escolares. Así, se debe considerar que proporcionen información científicamente rigurosa, que empleen métodos pedagógicos, que consideren prevención del VIH y del embarazo adolescente y que estén basados en la participación activa de los estudiantes, entre otros.

La elección del programa sobre educación sexual constituye, además, una oportunidad para el diálogo entre los diferentes actores de la comunidad educativa sobre este tema. Esperamos que en este espacio de reflexión tenga especial atención el derecho de los niños, niñas y adolescentes a ser escuchados en los temas que los afecta directamente y que el Estado, a través del Ministerio de Educación, garantice ese derecho, tal como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño.

(*) Daniel Contreras, encargado área de educación de UNICEF.

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