Publicidad

China: del crecimiento de dos dígitos al desarrollo armonioso

Isabel Rodríguez Aranda
Por : Isabel Rodríguez Aranda Doctora en Ciencia Política y Sociología. Directora del Magister en Gobierno y Sociedad de la Universidad Alberto Hurtado.
Ver Más

Ese pragmatismo, que desde occidente hemos admirado permanentemente, comienza a complementarse con análisis, evaluación y autocrítica sobre los logros, pero también sobre lo que falta por hacer. Y lo que falta, según los líderes chinos, es crecer mejor aunque ello signifique crecer algo menos a la cifra de dos dígitos a la que China nos tiene acostumbrados.


Durante marzo se realizó en Beijing una de las reuniones políticas más importantes del sistema político chino -sino la más importante- que convoca a la Asamblea Popular Nacional y a la Conferencia Consultiva del Pueblo. En ella, ambas instituciones y los principales líderes de China debaten sobre los problemas económicos, sociales y políticos del país, teniendo como resultado la definición de las principales políticas futuras del modelo chino.

Entre los temas tratados en la reunión, destaca el corregir la desigualdad de ingresos en la población, innovar en políticas energéticas y medioambientales, combatir la corrupción y mejorar el nivel tecnológico en los procesos productivos. Aspectos que dan cuenta de las enormes desigualdades sociales y económicas que treinta años de crecimiento económico han provocado.

[cita]Ese pragmatismo, que desde occidente hemos admirado permanentemente, comienza a complementarse con análisis, evaluación y autocrítica sobre los logros, pero también sobre lo que falta por hacer. Y lo que falta, según los líderes chinos, es crecer mejor aunque ello signifique crecer algo menos a la cifra de dos dígitos a la que China nos tiene acostumbrados.[/cita]

No obstante, en esta reunión de marzo, ese pragmatismo, que desde occidente hemos admirado permanentemente, comienza a complementarse con análisis, evaluación y autocrítica sobre los logros, pero también sobre lo que falta por hacer. Y lo que falta, según los líderes chinos, es crecer mejor aunque ello signifique crecer algo menos a la cifra de dos dígitos a la que China nos tiene acostumbrados. Es la nueva meta del modelo chino, que Hu Jintao, resume como alcanzar el “desarrollo armonioso”.

En este proceso de autoevaluación de China llama la atención el último informe del Director del Centro Nacional de Estadísticas, Ma JianTang, publicado en el Diario del Pueblo el 31 de marzo, quien realiza un balance respecto al lugar de China en la economía mundial.  Ma señala que “en algunos aspectos entre EE.UU. y China todavía tenemos una diferencia de 100 años”.

En su análisis menciona factores como la renta per cápita que es de 3.650 dólares al año por persona; la distribución de los trabajadores que se concentra en un 38 % en la agricultura, un 27% en la industria y un 34% en el sector servicios; la escasa productividad que se grafica en que la contribución de cada trabajador chino al PIB del país es de 5.855 dólares que corresponde a un 5.9 de lo que aporta un estadounidense a su economía; la baja inversión en educación y tecnología, el bajo consumo interno, el envejecimiento de la población y la falta de recursos naturales para producción y alimentación.

En consecuencia, podemos señalar que si bien admiramos el pragmatismo hasta ahora desplegado por China, en adelante nos corresponde admirar su sincera autocrítica, la cual resulta fundamental para generar las políticas que para los próximos años permitan un avance en la construcción del modelo chino cuya nueva meta, que se ha anunciado en esta importante reunión de marzo, es lograr un desarrollo integral y armonioso para su sociedad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias