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A cada santo una vela


Cuando se le debe a cada santo una vela, hay que asegurarse de tener suficientes velas, porque si son menos que los santos, éstos van a votar en contra del incumplidor en las encuestas.

Hoy la presentadora de televisión Francisca García Huidobro dice en un diario que está arrepentida de haber votado por Piñera, porque lo hizo en el entendido de que establecería el matrimonio gay, como lo sugería su franja televisiva, donde apareció abrazado con una pareja de hombres jóvenes de esa «preferencia de género». Ella ahora vota en contra de Piñera porque éste está indeciso sobre el tema.

Por supuesto que debe de estar indeciso, porque el grueso de su electorado, es decir, el voto duro de derecha, rechaza el matrimonio gay por las razones que di en un blog reciente y muchas más. Entonces, también la gente de derecha está dispuesta a opinar en contra de Piñera en las encuestas, porque vacila en rechazar el matrimonio gay.

La derecha creyó que lo de la franja televisiva era sólo un truco para ganar votos y no iba en serio, porque pensaron que el candidato tenía sus mismos principios, pero los que votaron por él se sienten engañados. En resumen, cuando se les presenta la ocasión, unos y otros opinan contra él y por eso su apoyo está reducido al 36 por ciento.

Una señora que viene a trabajar a mi hogar una vez a la semana vive en una población y le ha dicho a mi mujer que votó por Piñera porque iba a arreglar el Transantiago y pondría término a la puerta giratoria por la cual entran y salen casi inmediatamente los delincuentes. Pero ya va más de un año de gobierno del candidato por el cual votó y dice que el Transantiago está igual, que sigue añorando «las micros amarillas», porque en ellas se demoraba una hora en llegar a nuestra casa y ahora se demora cuatro; y como, por eso, debe levantarse a las seis de la mañana, cuando está oscuro, siente mucho miedo de ser asaltada, pues la puerta giratoria no ha parado de girar en su población y a eso se ha añadido un riesgo nuevo: «las balas locas», pues los delincuentes se disparan entre sí sin restricción y con indeseada frecuencia, hiriendo a transeúntes que salen de sus casas a trabajar de madrugada.

Entonces, la señora tambièn está arrepentida. Ella sinceramente creyó que iban a volver las micros amarillas y se iba a demorar una hora en llegar y no cuatro; y que los carabineros y la policía civil iban a encerrar a todos los delincuentes y ella iba a poder caminar tranquila por su población. Pero nada de eso pasó y, por lo tanto, si alguien la encuestara, votaría en contra del candidato que prometió y no cumplió.

¿Se arreglará todo eso con un cambio de gabinete o con un muy buen «relato» o «guión» del gobierno? Yo creo que no.

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