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Consultoría sobre los bienes públicos: una aclaración necesaria

Felipe Bahamondes
Por : Felipe Bahamondes Gerente general DICTUC
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En 2010, se suscribieron 341 contratos de asesorías, capacitación y servicios, en 340 de los cuales no recibimos reclamación alguna que pusiera en duda el actuar del DICTUC, por lo que no parece apropiado dudar de nuestra integridad moral por el manejo que terceros han realizado de uno de nuestros informes.


En una columna de Ibán de Rementería, publicada por El Mostrador el 25 de mayo, el autor realiza primero algunas afirmaciones sobre la educación superior chilena, para después referirse al caso Kodama. Estas afirmaciones denotan un desconocimiento del informe elaborado por DICTUC, el que nos preocupa, por cuanto indica que la opinión pública ha sido desinformada en el último tiempo. También hay liviandad de parte del autor al acusar a DICTUC de haber cometido error técnico o mostrado falencias morales, lo que nos obliga, una vez más, a explicar cuál fue la solicitud que se nos hizo.

El encargo realizado al DICTUC fue efectuar una estimación técnica de los costos reales incurridos por la empresa mandante, para, a continuación, cuantificar los gastos extras que requirió la realización del proyecto, independiente de quién debiera pagar dicha suma, pues, en la mayoría de los casos como el comentado, quién define el monto de pago efectivo es un tribunal o un árbitro externo.

Para elaborar el trabajo solicitado éste se dividió en dos etapas, que se  reflejaron en dos informes distintos y complementarios.

[cita]En 2010, se suscribieron 341 contratos de asesorías, capacitación y servicios, en 340 de los cuales no recibimos reclamación alguna que pusiera en duda el actuar del DICTUC, por lo que no parece apropiado dudar de nuestra integridad moral por el manejo que terceros han realizado de uno de nuestros informes.[/cita]

El primer informe tuvo como propósito determinar los mayores plazos incurridos durante la construcción del corredor Pedro Aguirre Cerda y el segundo, tomando como base el informe de mayores plazos, estimó los mayores costos asociados a dicha construcción.

El primer estudio, el de mayores plazos, analizó el impacto que en la programación inicial de actividades del proyecto tuvieron distintas situaciones ocurridas, conforme a los antecedentes que fueron aportados por el mandante a nuestros analistas (traslados de servicios, liberación de terrenos para la construcción, aceleración de obras, etc.). Como resultado de este trabajo se obtuvo una Carta Gantt impactada, que refleja los atrasos del proyecto, estimándose un total de 910 días hasta la fecha de la recepción definitiva de las obras.

El segundo estudio, el de mayores costos, utilizó el primer trabajo de mayores plazos y otros antecedentes para estimar los mayores gastos en los que incurrió la constructora a consecuencia del mayor plazo requerido para la ejecución del proyecto.

El objetivo final de ambos informes fue agregar una opinión técnica a la evaluación de los costos en los que incurrió la constructora, con la finalidad de que este informe fuese presentado, como un antecedente más, ante un juez o árbitro encargado de definir cuáles serían los costos extras pertinentes de pagar.

La evaluación realizada se llevó a cabo de manera profesional, considerando todas las aristas que nos fueron solicitadas, y en base a los más de 2.500 documentos que se revisaron para elaborar los informes. Al respecto es pertinente insistir en que nuestros informes son realizados en función de los antecedentes que revisamos y de nuestros propios criterios técnicos. En este caso no se trató de un peritaje, sino de un estudio solicitado para apoyar una reclamación, para lo cual nos basamos en la información que el mandante nos entregó, tal cual se indica claramente en los dos informes emitidos.

Al respecto parece adecuado indicar que a través de los años y debido a su alto nivel de competencia, DICTUC S.A. se ha convertido en un referente nacional en inspección y certificación de calidad al servicio de la industria. Prueba de ello son los más de 56 mil certificados e informes de ensayo emitidos anualmente en rubros tan diversos como piezas y componentes mecánicos, materiales, componentes y equipos electrónicos y eléctricos, materiales de edificación y elementos constructivos, combustibles y productos químicos, productos alimenticios, aguas y residuos industriales líquidos, estanques y contenedores para gases o líquidos, calibración de instrumentos y sensores, pruebas de carga y ensayos dinámicos a elementos estructurales, entre muchos otros.

En 2010, se suscribieron 341 contratos de asesorías, capacitación y servicios, en 340 de los cuales no recibimos reclamación alguna que pusiera en duda el actuar del DICTUC, por lo que no parece apropiado dudar de nuestra integridad moral por el manejo que terceros han realizado de uno de nuestros informes.

Por último, me parece pertinente aclarar que este tipo de informes y la metodología utilizada en este estudio, al igual que en el resto de los trabajos avalados por DICTUC, es de tipo exhaustiva y se ha desarrollado y perfeccionado a lo largo de los años en base a prácticas y conocimientos nacionales e internacionales, permitiendo al equipo de trabajo que preparó los informes acumular una experiencia de más de 15 años en estudios similares.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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