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La reforma tributaria que Chile necesita

Sergio Bitar Chacra
Por : Sergio Bitar Chacra Ex ministro y ex senador.
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La oposición debe preparar las bases de un nuevo pacto social y proponerlo a Chile en las próximas campañas electorales, consultando a la ciudadanía y a los distintos sectores del país. Entretanto, bien haría el gobierno llamando a constituir un equipo amplio que recoja un consenso básico de los chilenos para dar este paso. Si no lo hace, será su responsabilidad.


I. Un nuevo pacto social

El futuro fiscal de Chile no es sólo un tema financiero. Trasciende lo económico. Se trata de una discusión sobre el tipo de país que queremos. Por esa razón, la Reforma Tributaria es parte de un nuevo Pacto Social.

Una reforma tributaria contribuye a la convivencia, pues no hay desarrollo sin estabilidad social y política; y no habrá estabilidad sin una mayor igualdad entre los chilenos.

El propio desarrollo de los negocios requiere confianza, igualdad y unidad interna. Los empresarios más visionarios con comprensión más amplia del mundo y de la sociedad  también lo entienden y  señalan su disposición a elevar tributos como condición para la equidad y, consecuentemente, la gobernabilidad.

[cita]El propio desarrollo de los negocios requiere confianza, igualdad y unidad interna. Los empresarios más visionarios con comprensión más amplia del mundo y de la sociedad  también lo entienden y  señalan su disposición a elevar tributos como condición para la equidad y, consecuentemente, la gobernabilidad.[/cita]

Las brechas sociales deben reducirse. Chile debe proveer una mayor oferta de bienes públicos a todos sus ciudadanos, bienes de calidad para todos (educación, salud, ciudades amables, naturaleza limpia, cultura extendida, seguridad).

Algunos países desarrollados, en particular los nórdicos, han conseguido equidad con productividad y sustentabilidad, a la vez, en un círculo que se auto refuerza

La posición del Gobierno Piñera

Observamos  que el gobierno no manifiesta voluntad para impulsar una reforma mayor. En su seno reina la confusión, sectores más ideológicos de derecha y un cuerpo de empresarios conservadores son reacios. Esta indefinición  acrecienta las presiones y arriesga la gobernabilidad.

La mantención de una indefinición y reticencia a las necesidades del desarrollo con equidad, que escucha más a la elite empresarial,  polarizará más al país. La inclinación a resolver los temas sociales con la Ley de Seguridad del Estado amenaza con agravar la situación.

El actual gobierno debe dar  algún paso en los 2 años que le restan y enviar un nuevo proyecto de ley que suspenda  la rebaja del impuesto a la renta de las empresas  y evite el retorno al 17% establecido en la ley que aumentó temporalmente los tributos para financiar reconstrucción luego del terremoto. Nadie entendería que, en medio de la crisis social de 2011, el gobierno baje los impuestos en vez de subirlos.

Independiente de la acción del gobierno, el desafío de la oposición es preparar lo nuevo.

La oposición deber encarar  desde ya su responsabilidad, de cara a la elección del 2013, y comprometer un programa de cambio tributario serio, que consiga avanzar en equidad con innovación e igualdad con más productividad.

II. El punto  de partida para cambiar

Entre 1990 y 2010, a pesar de sucesivas reformas tributarias con Aylwin, Frei y Lagos (para financiar planes contra la pobreza, la reforma educacional y el AUGE en salud) el nivel tributario osciló entre 16 y 18%, alcanzando cifras algo más altas cuando se elevaba el precio del cobre. Se trata de una proporción baja del PGB en términos internacionales.

Además, del total de impuestos recolectados, más del 60% son indirectos y cerca del 50% es IVA. Se trata de una importante distorsión, en desmedro de los impuestos directos, que son más progresivos.

Además, de la baja proporción del impuesto a la renta, el impuesto al patrimonio es reducido. Así por ejemplo, la recaudación del impuesto a la herencia es casi  inexistente, mientras el territorial que grava la propiedad inmobiliaria supera levemente el 3% el PGB, pues tiene escasa cobertura, estando exento mas del 60% de los contribuyentes.

III. Tres criterios para diseñar los cambios tributarios

La reforma propuesta debe ceñirse, a mi juicio, a tres criterios básicos:

1). Elevar la tributación en 2% y luego hasta 4% del PGB en los próximos dos   quinquenios, al 2016 y  al 2020, 2) realizarla en forma gradual (como se aprobó en los años noventa para la reducción arancelaria), y 3) elevar la ponderación  de los impuestos directos.

Además, simplificar el sistema, a fin de facilitar la recaudación, el control y    las declaraciones, reducir la  evasión, mejorar transparencia del uso de los recursos fiscales y  contemplar incentivos tributarios para:

  • Sustentabilidad ambiental (CO2).
  • Descentralización, especialmente apoyo al desarrollo de zonas extremas y aisladas.
  • Innovación, para diversificar la estructura productiva, cuya concentración en  recursos naturales es muy riesgosa.

IV.      Propuestas específicas ¿qué  cambios tributarios?

A.  Reducir evasión y cerrar las filtraciones a la elusión.

  • Según el SII, la evasión del IVA alcanzaría al 16% y puede reducirse.
  • Pasar del impuesto sobre utilidades retiradas a devengadas,  controlando a las miles compañías de papel creadas para postergar o birlar los pagos.
  • Revisar procedimientos y normas para la tributación de las  utilidades devengadas por empresas chilenas en el exterior.
  • Mejorar control de COCHILCO  a las utilidades informadas por las compañías mineras.
  • Ídem a las empresas concesionarias de Obras Públicas, puertos y  sanitarias, etc.
  • Cambios del DL 600. Este régimen fue establecido para recibir inversiones extranjeras en tiempos de gran escasez de recursos, inseguridad institucional y deuda externa. Su permanencia   no se justifica.

Al DL600 es preciso modificar lo siguiente:

  • Suprimir la obligación de vender las divisas (Art. 2º letra  a)
  • Eliminación plazo para reversar capital (de 1 año Art. 4º y mantener normas Cap. XIV Banco Central).
  • Eliminar invariabilidad tributaria del Art. 7º.
  • Eliminar prohibición de acceder a crédito interno.
  • Eliminar invariabilidad Art. 11 Bis (15 años de invariabilidad vigente al suscribir contrato).

B. Rentas de empresas y personas

Hoy el impuesto al trabajo es más alto que el impuesto al   capital. Entre otros, es necesario materializar algunas modificaciones, a saber:

  • Una tasa superior aplicada a la renta devengada de las empresas, y convergencia con  la tasa máxima de impuesto  a las personas Traería ventajas adicionales: reducción de la evasión, disminución control de gastos rebajados, desincentivo a la elusión.
  • Eliminar/ modificar la renta presunta.
  • Eliminar/modificar crédito de primera categoría para Empresas Agrícolas y Constructoras.
  • Eliminar/modificar depreciación acelerada
  • Establecer tributación  a las ganancias de capital (acciones y bienes raíces) Reducir el crédito tributario a reinversión.
  • Incrementar el impuesto a intereses de créditos externos remesados por empresas extranjeras, acercándolo al impuesto a la remesa de utilidades.

C. Impuesto a los Combustibles

Tiene carácter progresivo y además es un incentivo a la sustentabilidad.

Según un estudio de  Salvador Valdés, el 5º Quintil, compuesto por cerca de  1 millón de hogares, paga más de 60% del impuesto, y el 4º Quintil alrededor de 22%, mientras el 1er quintil, más pobre, paga el 1% de lo recaudado.

En cuanto a la sustentabilidad (contaminación, CO2 y saturación de infraestructura) conviene también aumentar impuesto al diesel.

D. Incentivos Especiales

  • Apoyo a industrias vinculadas a “green growth”.
  • Estímulo a desarrollo de zonas extremas (Arica y Magallanes). El sistema a Impuestos parejos incrementa la concentración. Las zonas aisladas requieren re-equilibrio de la gran distancia creada estos años entre Tacna y Arica por Norte Ushuaia y Punta Arenas por el Sur.

V. Un fondo para  innovación en educación.

Así como hemos constituido un fondo para Innovación y Competitividad, es urgente crear otro para educación de calidad. Este fondo debe ser permanente, con ingresos regulares, como se concibió para Innovación, provenientes del royalty al cobre o/y de nuevos impuestos a la renta.

Este apoyaría áreas estratégicas que harán la diferencia en las próximas décadas:

  • Formación de Profesores
  • Educación Preescolar
  • Educación Técnica
  • Preparación de Lideres Educativos (Directivos de escuelas y liceos)

Así como estructuramos un Fondo de Pensiones para financiar el final de la vida, hagamos ahora otro para el comienzo de la vida.

El desafío

La oposición debe preparar las bases de un nuevo pacto social y proponerlo a Chile en las próximas campañas electorales, consultando a la ciudadanía y  a los distintos sectores del país.

Entretanto, bien haría el gobierno llamando a constituir un equipo amplio que recoja un consenso básico de los chilenos para dar  este paso.

Si no lo hace, será su responsabilidad. Pero quienes piensan distinto, movimientos sociales y partidos políticos tienen que asumir la suya desde ahora.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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