Señor Director:
Víctor Martínez, funcionario de la Secretaría General de Gobierno (Segpres), se refiere a la columna de opinión que Fundación SOL publicó en El Mostrador. Al respecto, señala que el 30% de los trabajadores dependientes labora 9,5 horas a la semana. Su punto es que dichos trabajadores (el 30%), no trabajan 5 días, sino 6. Con ello, da por derribada la alarma.
El señor Martínez, en ningún momento desmiente el hecho de que el 30% de los trabajadores dependientes de tiempo completo, trabajen 56 horas a la semana. Es decir que tengan un exceso de jornada de un 24,4%. Dato que al dividirlo entre los 5 días hábiles habituales que establece el Código del Trabajo para computar las 45 horas legales, efectivamente da 11,23 horas.
Lamentablemente, el punto de vista de Martínez y de la repartición que representa (la Secretaría General de Gobierno), es el que suelen utilizar muchos empresarios, lecturas simples que ponen paños fríos a la grave situación de nuestro mercado laboral. El problema es el extenso tiempo de trabajo de los chilenos, pero se desvía la atención hacia un resquicio: el cálculo de las horas diarias considerando los 6 días y no 5 como nosotros (ejercicio teórico que, como ya se mencionó, se realizó tomando como referencia los 5 días implicados en el cómputo de las 45 horas legales). Si siguiéramos la lógica autocomplaciente de Martínez y tomáramos como base de cálculo los 7 días de la semana, llegaríamos, incluso, al dato de 8 horas diarias y ahí hasta podríamos festejar. Pero esas horas, sumadas, siguen siendo 56 horas a la semana, y eso es lo relevante. Eso, repetimos, es vivir para trabajar. Y no es bueno.
El Gobierno, sigue dando palos de ciego, realizando lecturas miopes sobre el mercado laboral. Realizar políticas públicas considerando los datos agregados no ayuda a solucionar los problemas. Con el dato agregado, la Encuesta Nacional de Empleo, señala que en Chile el promedio general de horas trabajadas a la semana es de 41,3. Pero este cálculo incluye a todos los trabajadores, incluso a quienes trabajan tiempo parcial queriendo trabajar tiempo completo. Conviene recordar en este punto, que la encuesta de empleo considera como ocupados a quién trabaja remuneradamente una o más horas a la semana. El dato agregado – las 41,3 horas – esconde la distribución de los trabajadores: oculta el hecho que existen muchos trabajadores que están subempleados, y un porcentaje importante (el 30% de los dependientes a tiempo completo) que trabajan 56 horas a la semana.
Conformarse con los agregados, no es ni recomendable ni mucho menos responsable. Sin embargo, no es de extrañar que el Gobierno cometa errores técnicos y políticos a la hora de analizar las cifras de empleo ya que luego de 20 meses de una Nueva Encuesta de Empleo que permite hacer un seguimiento de la calidad del trabajo en Chile, jamás se haya referido a ello.
Fundación SOL
