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Narco turistas, fiestas electrónicas y el plan verano 2012

Eduardo Vergara B.
Por : Eduardo Vergara B. Director Ejecutivo de Fundación Chile 21
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La regulación de las drogas es la única forma de asegurar que la ciudadanía pueda recibir información honesta y basada en la ciencia, que les permita tomar decisiones informadas, reducir los daños y saber qué es lo que se vende y consume. Pero por sobre todo, a quitar el negocio ilegal de las manos de los narcos.


No viven en La Legua, tampoco portan armas ni dependen de redes internacionales. Viven en barrios acomodados, muchas veces con sus padres, poseen títulos universitarios aunque en muchos casos no le han trabajado un día a nadie. Viajan a Europa donde visitan Ibiza, Amsterdam, Barcelona y Berlín. Ahí compran droga y la guardan en sus maletas confundida entre uno que otro  souvenir. Al no cumplir con el perfil de “narco sudaca” la internación y vulneración de controles ocurre sin mayores problemas. No la venden en callejones de barrios marginales, sino que en fiestas electrónicas, en la Plaza San Enrique, en balnearios y dentro de redes que articulan entre círculos de amigos y conocidos. Así es la ruta de los llamados Narco turistas.

No hablamos de drogas casi inofensivas como la marihuana, sino que de compuestos e innovaciones sintéticas que muchas veces al estar “pateadas” o ser consumidas en exceso pueden causar vulnerabilidad frente a abusos sexuales o delincuencia, adicciones, daños cerebrales irreparables y sobredosis que llevan a la muerte.

Mientras en ciertos países de Europa el consumo de drogas ha logrado ser contenido gracias a políticas que han dado un giro a basarse en principios sanitarios; en América Latina, el consumo e incautaciones muestran cierto aumento y las políticas se militarizan cada vez más. Los resultados de este retroceso son evidentes.

[cita]Durante las fiestas de fin de año y el verano 2012, la venta y consumo aumentan considerablemente: es más fácil acceder a drogas ilícitas que encontrar una farmacia de turno. Mientras tanto, el Gobierno gasta millonarios recursos en buscar desde el aire, como si se tratara de un video juego, plantaciones de marihuana para luego prender hogueras y con una especie de danza de la lluvia, celebrar absurdamente que la guerra contra las drogas se está ganando.[/cita]

La estrategia conservadora e hipócrita de negar que en nuestro país exista un consumo significativo, y el asumir que principalmente este toma lugar en barrios marginales, es responsable de que consumidores recreacionales lo hagan en las sombras e incluso que estos pasen a ser consumidores adictivos y problemáticos de manera fulminante. El mejor ejemplo lo lidera el Gobierno de Chile que con sus campañas morbosas (ej: la última campaña de SENDA donde el consumo de droga se usan para justificar la inoperancia del gobierno en temas de seguridad ciudadana) y represión dirigida a consumidores (más de 40 personas son detenidas por porte y consumo mientras los narcos se enriquecen) logra establecer una sensación donde pareciera que el prohibicionismo es la única respuesta. Pero ese es un error: seguir copiando los modelos fallidos nos está llevando a un callejón del que muchos simplemente no podrán salir.

El uso irresponsable e ignorante de estimulantes como el MDMA (éxtasis) y la cocaína; de psicodélicos como el LSD (ácido) y los hongos; de depresivos como el alcohol o de inhalantes presenta una grave amenaza principalmente para los jóvenes.

Durante las fiestas de fin de año y el verano 2012, la venta y consumo aumentan considerablemente: es más fácil acceder a drogas ilícitas que encontrar una farmacia de turno. Mientras tanto, el Gobierno gasta millonarios recursos en buscar desde el aire, como si se tratara de un video juego, plantaciones de marihuana para luego prender hogueras y con una especie de danza de la lluvia, celebrar absurdamente que la guerra contra las drogas se está ganando. Así fue el Plan Verano 2011, que se limitó a incautar pitos, plantas y detener a miles de inocentes. Para el 2012 podemos esperar que dicho circo se repita.

La regulación de las drogas es la única forma de asegurar que la ciudadanía pueda recibir información honesta y basada en la ciencia, que les permita tomar decisiones informadas, reducir los daños y saber qué es lo que se vende y consume. Pero por sobre todo, a quitar el negocio ilegal de las manos de los narcos.

No cabe duda que la discusión respecto a cómo abordamos las drogas en Chile es fundamental. Sin embargo, primero tenemos que acordar que para avanzar, esta discusión debe estar basada en la salud, la ciencia y los derechos humanos. No en arranques pasionales de autoridades que desesperadas por el fracaso en otras áreas y acorralados por presiones de grupos moralistas, no encuentran nada mejor que perseguir y reprimir a quienes en cambio necesitan información, educación y ayuda. La temporada de verano 2011-2012 es una oportunidad que no debemos dejar pasar. Eduquemos, dialoguemos y evitemos seguir copiando fracasos ajenos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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