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Alcalde de Til-Til refuta artículo

Por: Salvador Delgadillo, alcalde de Til Til


Señor Director:

Lamento que El Mostrador proceda de esta manera a cinco días de las elecciones municipales, publicando un reportaje a partir de testimonios anónimos y la versión de uno de los candidatos, en este caso, Nelson Orellana.

El martes 16 de octubre realicé una conferencia pública ante los medios de comunicación denunciando que el director del Hospital de Til-Til, dependiente del Ministerio de Salud, pone término a través de un correo electrónico institucional redactado el viernes 12 de octubre a las 22:30 horas, a un convenio de colaboración entre la Municipalidad y el Servicio de Salud Norte que llevaba vigente 6 años.

De esta forma, el Hospital de Til-Til, dependiente del Ministerio de Salud, pone término a rondas médicas a localidades rurales y abastecimiento de remedios, entre otras graves medidas que atentan contra la salud y la vida de los poblados rurales de nuestra comuna. Esto a días de la elección municipal. El viernes 19 de octubre puse en manos del Contralor General de la República esta situación.

Respecto de la situación de compra de ambulancia, el lunes 22 de octubre puse en manos del Contralor General de la República el convenio firmado entre la Municipalidad y el Servicio de Salud Metropolitano Norte en diciembre de 2011, donde en ninguna cláusula se señala que la Municipalidad debe comprar un vehículo y menos traspasarlo al Hospital de Til-Til.

El aporte de 15 millones de pesos, según establece el convenio indicado, es para utilizarlo en los establecimientos de salud primaria dependientes del departamento de salud municipal y no para traspasarlo al hospital de Til-Til, que depende del Ministerio de Salud. Resultaría por lo menos extraño que el ministerio traspase recursos al municipio para invertirlos en el propio ministerio a través de su hospital. La falta de gestión y negligencia del propio ministerio y del director del hospital de Til-Til para acceder a una ambulancia se la endosan al Municipio, en circunstancias que ha sido el propio Municipio el que facilita sus ambulancias y vehículo de traslados de pacientes para que el Hospital puede cumplir con ese cometido, que de otra manera no podría realizar.

En asambleas con vecinos en Til-Til y Caleu hemos denunciado esta asquerosa manipulación y hemos comunicado los pasos que seguiremos tanto para garantizar rondas médicas y medicamentos a los poblados rurales como en el ámbito judicial, pues se tergiversa gruesamente un convenio intentando que los recursos destinados a un determinado fin se desvíen a otro objetivo para subsanar una deficiencia de gestión del propio ministerio y director del hospital de Til-Til. En la cuenta pública del Director del Hospital de Til-Til realizada en abril pasado no hubo cuestionamiento alguno al convenio que data de 2007 y tampoco hubo mención a la supuesta compra de ambulancia, resulta por tanto curioso que ahora, en el marco de la campaña electoral y yo fuera de funciones alcaldicias, aparezca esta situación.

En el ámbito de la gestión de salud municipal, no la que administra el Hospital de Til-Til a través del Ministerio de Salud, en estos años hemos reparado y ampliado las postas rurales, así como hemos invertido en el Consultorio de Huertos Familiares, se están iniciando los trabajos de construcción de una nueva posta en la localidad de Polpaico, están avanzados los proyectos de nuevo consultorio en Huertos Familiares y nueva posta en Caleu, se han ampliado las horas de consulta médica a través de un sistema de urgencia que atiende todos los días, entre otras iniciativas.

Respecto de los temas relacionados con Aguas Andinas, nada se dice que fui el único alcalde que demandó judicialmente al gerente general de esta empresa, en el contexto de la tramitación del proyecto El Rutal hace algunos años atrás y que finalmente se terminó aprobando dicho proyecto por la Corema Metropolitana, a pesar de los reclamos nuestros y de la comunidad. Tampoco se menciona que durante nuestra gestión municipal se ha establecido una mesa de trabajo con esta sanitaria para ampliar las zonas de concesión existente en la comuna y poder dar pie a nuevos proyectos de vivienda. De esta forma, se logró la factibilidad de agua potable para un importante proyecto de vivienda social liderado por el Comité Villa Hermosa de Til-Til.

Respecto de la deuda municipal con la Empresa Eléctrica Municipal de Til-Til, cuyos orígenes datan del gobierno comunal de la derecha entre los años 2000 y 2004, nuestra gestión municipal ordenó las cuentas y se están pagando tanto los consumos mensuales como los convenios firmados para amortizar esta deuda. Esto no lo realizó la derecha durante su gobierno comunal. Esto es perfectamente acreditable si se hubiese consultado a la gerencia de la propia empresa eléctrica municipal como al departamento de finanzas del municipio. Nada se dice en el artículo que nuestra gestión municipal hace un par de años renovó todas las luminarias de la comuna de Til-Til, generando un ahorro sistemático del gasto municipal de energía eléctrica y mejores condiciones de seguridad para nuestros vecinos.

Respecto de los gastos de mantención de áreas verdes y los convenios municipales con la inmobiliaria Alto El Manzano, como informamos en reiteradas sesiones de Concejo Municipal, ese proyecto inmobiliario no constituye condominio sino que ingresó a la Dirección de Obras Municipales como loteo. Es obligación legal, según lo dispone la Ley Orgánica de Municipalidades, que el municipio se haga cargo de las áreas verdes de la comuna. En este caso específico para ahorrar los recursos municipales se firmaron convenios entre los años 2008 y 2011 para que la propia inmobiliaria se hiciera cargo de la mantención de estas áreas verdes y el municipio no incurriera en gastos adicionales por este concepto. Los concejales de derecha han tergiversado mañosamente este convenio señalando que el municipio se compromete a pagar los gastos de mantención de áreas verdes ignorando maliciosamente que es obligación legal esta situación. Durante los años 2011 y 2012 no se pudieron renovar estos convenios por la tergiversación odiosa y tendenciosa realizada al interior del concejo municipal por una parte de los concejales respecto de estos temas.

Prueba de esto son las actas de concejo municipal donde están las referencias hacia este conjunto habitacional. La inmobiliaria ha hecho llegar facturas por consumo de agua potable al municipio, las cuales no se han pagado porque primero deben ser aclaradas a qué tipo de consumo corresponden, pues al tenor de los convenios entre 2008 y 2011 los gastos corrieron por cuenta de la propia inmobiliaria. Actualmente, la mantención de las áreas verdes de Alto El Manzano la realiza la propia inmobiliaria con funcionarios propios. Por ese concepto cobra gastos comunes a los residentes. Como una forma de aclarar esto, elevé un oficio al Contralor General de la República para que se pronunciara respecto de si era o no pertinente el cobro de gastos comunes por parte de la inmobiliaria.

La respuesta es fundamental para determinar el proceder del municipio. En efecto, si el contralor hubiese señalado que es pertinente el cobro de gastos comunes por este concepto, entonces al municipio no le correspondería ni la mantención de áreas verdes, ni el retiro de la basura, ni el pago del alumbrado público, pues se entiende que el contralor habría asimilado el conjunto habitacional a la categoría de condominio. Por el contrario, si el contralor hubiese señalado que no aplica el cobro de gastos comunes, entonces el municipio debería haber seguido con la prestación de servicios señalados, porque se entendería asimilado a la categoría de loteo.

El contralor general de la república se abstuvo de emitir pronunciamiento señalando que era asunto litigioso entre particulares, es decir, entre los propios vecinos y la inmobiliaria. El concejal de Renovación Nacional Sergio Covarrubias acusó que el alcalde estaba inhabilitado para pedir ese pronunciamiento porque residía en dicho conjunto habitacional, ignorando maliciosamente que de la respuesta otorgada por el contralor general, se definía el proceder del municipio en esa materia. Con ese criterio, entonces el alcalde debería vivir fuera de la comuna para proceder en estas materias administrativas.

Respecto de la opinión de Nelson Orellana, candidato que el 2004 se presentó como independiente, el 2008 como miembro del PRI y ahora como eventual miembro de la más rancia y aristocrática derecha local, acerca de que tiene supuestos apoyos de la oposición, no me cabe más que respetarla. Mucha gente de derecha comunal y bien intencionada respecto del desarrollo de nuestra comuna, al parecer, no se siente identificada con el advenedizo candidato y han manifestado su desazón al respecto, sobre todo al calor de la confrontacional y descalificadora campaña realizada por sectores que apoyan a dicho postulante.

Dispongo de toda la documentación que respalda mis planteamientos en este comentario, la cual haré llegar a la brevedad al director de El Mostrador.

Reitero mi inquietud que un medio de comunicación haya dado tribuna a anónimos testigos y a uno de los candidatos a alcalde, en este caso don Nelson Orellana, para emitir juicios tendenciosos, carentes de respaldo documental y a cinco días de las elecciones municipales.

Salvador Delgadillo
Alcalde de Til Til

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