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Lecciones de la Estrategia de Seguridad Nacional de España

José Manuel Edwards
Por : José Manuel Edwards Diputado de RN. Miembro de la Comisión de RR.EE de la Cámara de Diputados.
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Tal como hoy lo hace España a través de la “visión integral de la seguridad”, el gobierno chileno adoptó en la ENSD el concepto de “seguridad ampliada”, que no hace sino reconocer la multiplicidad y diversidad de problemas que afectan la seguridad internacional en la actualidad, y que por lo demás, recoge una evolución conceptual en la materia adoptada por sucesivos gobiernos democráticos en nuestro país.


Una parte importante de la política exterior de los países tiene que ver con las definiciones estratégicas relativas a la seguridad internacional. En el mundo globalizado en el que vivimos hoy, la cooperación en el campo de la seguridad deviene en un instrumento no sólo para enfrentar amenazas transnacionales, que impactan en la seguridad de los países y los individuos, sino que también en tanto mecanismo para fortalecer la colaboración entre las naciones en un amplio sentido.

España acaba de publicar la Estrategia de Seguridad Nacional 2013, que ha sido destacada en diversos medios internacionales especializados. Este tipo de documentos constituyen herramientas para fortalecer la integración en estas materias, toda vez que identifican amenazas que requieren respuestas basadas en la coordinación y el esfuerzo conjunto de los países. Varias naciones globalizadas, y con un modelo de desarrollo abierto, han implementado este tipo de estrategias. En lo central, estos documentos son importantes herramientas para fortalecer una visión cooperativa de la seguridad, y sirven a los objetivos de la política exterior, a la cual respaldan.

[cita]Tal como hoy lo hace España a través de la “visión integral de la seguridad”, el gobierno chileno adoptó en la ENSD el concepto de “seguridad ampliada”, que no hace sino reconocer la multiplicidad y diversidad de problemas que afectan la seguridad internacional en la actualidad, y que por lo demás, recoge una evolución conceptual en la materia adoptada por sucesivos gobiernos democráticos en nuestro país.[/cita]

Una revisión del documento español nos entrega luces sobre la evolución dinámica de la seguridad internacional, y el papel que juega la cooperación para hacer frente a los desafíos que surgen en este campo, caracterizado por un alto nivel de incertidumbre. En el texto en comento, el país ibérico reconoce la importancia capital que tiene la seguridad para el desarrollo y bienestar de los individuos. Junto con reconocer que hoy, nuevas amenazas se añaden a aquellas tradicionales, da cuenta de que la respuesta a dichos problemas debe concebirse a partir de una “visión integral” de la seguridad. Ello, a objeto de proporcionar una respuesta “eficaz, integrada y coordinada en los ámbitos de la seguridad”. Entre los riesgos y amenazas que identifica el texto publicado por el gobierno español, figuran: conflictos armados; terrorismo; ciberamenazas; crimen organizado; vulnerabilidad energética; proliferación de armas de destrucción masiva; emergencias y catástrofes, entre otros.

Resulta imposible obviar que el gobierno del Presidente Piñera, hace casi un año, presentó bajo la figura de consulta al Honorable Senado de la República la primera Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa (ENSD). En dicha política pública, el gobierno reconocía la necesidad de adoptar un enfoque de “seguridad ampliada” que se hiciera cargo de los desafíos que predominan en el ambiente estratégico actual, tal como lo plantea hoy el gobierno español. Al mismo tiempo, el listado de amenazas a la seguridad nacional identificadas por nuestro país es coincidente con aquellos problemas de seguridad que España reconoce en el documento recién publicado, y que en buena medida, es una continuidad respecto al texto del gobierno de Partido Socialista Español (PSOE) en 2011.

En ese sentido, tal como hoy lo hace España a través de la “visión integral de la seguridad”, el gobierno chileno adoptó en la ENSD el concepto de “seguridad ampliada”, que no hace sino reconocer la multiplicidad y diversidad de problemas que afectan la seguridad internacional en la actualidad, y que por lo demás, recoge una evolución conceptual en la materia adoptada por sucesivos gobiernos democráticos en nuestro país. Es evidente que los soportes de una concepción de la seguridad basada en el Estado, en tanto objeto referente, y asociada casi con exclusividad a amenazas estatales convencionales, ha evolucionado hacia una agenda de seguridad más extensa, como reconocen los textos de Chile y España a los que hace referencia esta columna.

Por lo señalado precedentemente, y al tratarse de una política de Estado, hoy más que nunca es importante que Chile cuente con un documento definitivo que oriente el quehacer de las instituciones competentes frente a un escenario de alta incertidumbre y donde coexisten diversas amenazas a la seguridad internacional y nacional. En estas materias, debe primar una mirada de largo plazo que vaya más allá de las divergencias políticas coyunturales.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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