Publicidad

Aviación contra Bachelet y otros

Camila Ponce Lara
Por : Camila Ponce Lara Socióloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile, master 2 (ex DEA) en Políticas Comparadas en América Latina de Sciences-Po, París.
Ver Más


“En general, se piensa que los torturadores son personas de baja educación y que la crueldad no va acompañada de grados académicos, ya que por sus estudios superiores y conocimiento, las personas que acceden a ciertos niveles de formación deberían tener una mayor comprensión humana. No es así. En la Fuerza Aérea de Chile de esos días (1973-1975), una gran cantidad de los principales torturadores en la Academia de Guerra Aérea, eran oficiales de mi especialidad, Ingenieros Aeronáuticos” (Dixon, 2013, p. 26).

En medio de una conmocionada campaña presidencial, Jorge Dixon publica sus memorias de la tortura que sufrió al interior de la Fuerzas Armadas. Memorias que no son menores cuando las principales candidatas presidenciales son hijas de ex generales de la FACH y cuando el escritor narra la violencia y las torturas cometidas por sus propios compañeros contra oficiales como él y como el padre de Michelle Bachelet. La lectura de este libro permite plantear dudas acerca de los defectos y resquicios que aún hoy permanecen en instituciones como las Fuerzas Armadas. Relatos como éste permiten a la sociedad chilena establecer un diálogo con su pasado y llenar los vacíos de su historia.

Jorge Dixon, ingeniero electrónico de 62 años, nunca se dedicó a la literatura y aparentemente no tenía planes de hacerlo. Sin embargo, consideró que su vida fuera de lo común merecía ser contada. Dixon tenía sólo 22 años al momento del Golpe de Estado, y su vida consistía en cumplir las labores como oficial de la Fuerza Aérea (FACH) y como estudiante de Ingeniería Aeronáutica en la Academia Politécnica Aeronáutica (APA). A pocos días del Golpe, se le ordenó como misión resguardar el Aeropuerto Internacional, tarea que no duró mucho tiempo, puesto que un mes después fue detenido por un supuesto complot contra la FACH liderado por el General Bachelet y otros oficiales.

Jorge Dixon nunca fue de izquierda ni era partidario de Salvador Allende, era más bien un joven demócrata que, a pesar de pertenecer a la Fuerza Aérea, no creía que la violencia fuera la forma de resolver los conflictos. Detalles que no les importaron a las Fuerzas Armadas, puesto que de todas formas Dixon fue torturado y mancillado por sus propios camaradas, los cuales nunca mostraron sus caras a la hora de ejercer violencia contra él. La vida de este hombre y sus proyectos quedaron truncados desde ese entonces.

Poco se ha escrito sobre aquellos militares que no compartían las ideas de la Junta Militar y que fueron víctimas de sus propios camaradas. “Aviación contra Bachelet y otros” no tiene como único objetivo relatarnos la historia sobre los acontecimientos ocurridos al interior de las Fuerzas Armadas ni la vida de Jorge Dixon, sino también, enseñarnos que se puede ser un mejor ser humano. Este libro es una lección de vida, puesto que es la historia de una persona que fue capaz de reinventarse, de empezar de cero y de triunfar en su vida, a pesar de que todos le dijeran lo contrario.

Este relato plantea un debate muy interesante para las dos coaliciones políticas, puesto que la violencia entre militares es algo de lo cual no se habla. Todavía, al interior de las Fuerzas Armadas, muchos siguen creyendo que los imputados por el caso de “Aviación contra Bachelet y otros” no son inocentes y que de cierta forma, merecían el trato recibido. Por lo cual, cabe preguntarnos ¿de qué manera han asumido las Fuerzas Armadas el tránsito a la democracia? ¿Hasta qué punto se ha hecho justicia con los ex oficiales víctimas de la dictadura? El libro de Dixon demuestra que aún quedan muchas deudas pendientes.

“La verdad es que hoy, al mirar hacia atrás aquel momento, me doy cuenta de que no entendía lo que estaba sucediendo conmigo. En forma ingenua pensaba que podía razonar con quienes eran mis torturadores, que se trataba de una declaración ajustada a mínimas condiciones de justicia, siendo que lo que buscaban al alterar mi declaración era simplemente incriminarme de manera ilícita y justificar su proceder contra mi persona” (Dixon, 2013, p. 25).

Camila Ponce Lara es socióloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile, master 2 (ex DEA) en Políticas Comparadas en América Latina de Sciences-Po, París.

(*) Texto publicado en Red Seca.cl

Publicidad

Tendencias