Señor Director:
Santiago es una ciudad saturada, lo que representa un tremendo desafío a la calidad de vida de sus más de 6 millones de habitantes, quienes deben lidiar con viajes largos, congestión vehicular y un sistema de locomoción pública sobrecargado.
Sin embargo, este es un caso de grandes problemas para los que existen soluciones más sencillas de lo que creemos. Una de ellas es fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte económico, saludable y ecológico. Más que un simple medio de transporte, la bicicleta también entretiene y ejercita, siendo un verdadero aporte a la calidad de vida. La llamada “cultura de la bicicleta o bicicultura”, ofrece beneficios probados y goza de gran aceptación entre los santiaguinos.
Sin embargo, el sector inmobiliario no es ajeno a esta problemática y uno de los avances en esta área fue la que dio a conocer recientemente la senadora Soledad Alvear, quien a través de la presentación de un proyecto de ley busca que los edificios cuenten obligatoriamente con estacionamientos para bicicletas. El proyecto también busca definir un plazo para que las construcciones ya existentes se adapten a la nueva normativa y que los edificios públicos adopten voluntariamente esta medida.
Varias inmobiliarias ya tienen una experiencia positiva al destinar espacio a los estacionamientos de bicicletas, además de construir ciclovías interiores en barrios privados e incluso ofrecer bicicletas de libre uso para sus residentes.
Estas iniciativas del sector privado son ampliamente provechosas para la sociedad en su conjunto. Recordemos que si bien se ha avanzado mucho en la implantación de la bicicleta en Santiago, todavía resta bastante por hacer, como por ejemplo implementar una mayor cantidad de ciclovías en la ciudad.
Continuar con esfuerzos en este sentido resulta altamente provechoso. A diferencia de otros proyectos de infraestructura, como la construcción de autopistas, fomentar la bicicleta requiere de inversiones bajas que otorgan alto impacto. Por otra parte, la bicicleta disminuye el uso excesivo del automóvil y la sobrecarga de la locomoción colectiva, con la consiguiente mejora ambiental, beneficios de salud y esparcimiento.
En la medida en que se facilite la tenencia de la bicicleta, donde es sumamente importante contar con espacios adecuados para estacionarlas en lugares resguardados de hurtos y cómodamente asequibles, evitando por ejemplo tener que subirlas al ascensor para guardarlas en el departamento, la gente adoptará este medio de transporte como parte integral de sus vidas, y esto estimulará a las autoridades a destinar más recursos a la infraestructura necesaria para fortalecer nuestra bicicultura.
Andrés Ergas
Gerente Comercial de Ralei Grupo Inmobiliario
