Publicidad

Carrera Docente: ¿Se beneficia realmente la sala de clases?

Para generar un real impacto en el nivel de aprendizaje en los estudiantes y mejorar la calidad de vida de los docentes, este aumento es insuficiente. Es central garantizar mejores condiciones laborales para los profesores. No sólo hacer cumplir el distribución 75/25 para horas lectivas y no lectivas, sino pensar en un aumento del 70/30 y potenciar en los colegios los espacios de reflexión y planificación pedagógica, que apunten a mejorar el desempeño del profesor y por tanto el aprendizaje de sus estudiantes. Se debe garantizar, entonces, el uso de las horas no lectivas en acciones que beneficien la labor docente y el aprendizaje de los estudiantes.


Más allá de las experiencias nacionales e internacionales, datos duros y eslóganes incluidos en el debate educacional actual, queremos mostrar una mirada diferente. Una mirada nacida desde nuestra experiencia diaria y cotidiana, donde por 2 años vivimos lo que significa ser profesor en Chile, experiencia que nos llevó a dimensionar en carne propia lo que sucede en las salas de clases.

El problema es complejo. La urgencia apremia porque el sistema agoniza y muchas veces no se sabe dónde comenzar. Una aproximación a solucionar el problema es el reciente proyecto de ley de Carrera Docente presentado por el Gobierno. El proyecto plantea 5 objetivos: 1) elevar las exigencias mínimas para estudiar pedagogía, 2) hacer obligatoria la prueba Inicia para quienes quieren trabajar en el sector subvencionado, 3) elevar las remuneraciones de los mejores egresados a través de bonos, 4) aumentar las asignaciones de excelencia, y 5) reducir la proporción de horas lectivas.

Desde la perspectiva que otorga la sala de clases y mirando el actual proyecto de ley que se discute en el Senado, y considerando si realmente este proyecto de ley se traduce en estudiantes aprendiendo más, planteamos nuestra postura.

[cita]Para generar un real impacto en el nivel de aprendizaje en los estudiantes y mejorar la calidad de vida de los docentes, este aumento es insuficiente. Es central garantizar mejores condiciones laborales para los profesores. No sólo hacer cumplir el distribución 75/25 para horas lectivas y no lectivas, sino pensar en un aumento del 70/30 y potenciar en los colegios los espacios de reflexión y planificación pedagógica, que apunten a mejorar el desempeño del profesor y por tanto el aprendizaje de sus estudiantes. Se debe garantizar, entonces, el uso de las horas no lectivas en acciones que beneficien la labor docente y el aprendizaje de los estudiantes.[/cita]

  • El énfasis debe estar en la formación académica: El foco de la ley está en las condiciones mínimas que deben cumplir los estudiantes de pedagogía para trabajar en el sector subvencionado. ¿Suficiente? No. Se debe deben incluir criterios para quienes entran a estudiar pedagogía. Es decir, en vez de fijar la prioridad en quiénes están capacitados para entrar al mercado laboral, preocupémonos primero de los requisitos mínimos de ingreso y egreso de la carrera de pedagogía.
  • ¿Más estandarización? Es urgente contar con una prueba que mida lo que realmente queremos como sociedad, un instrumento calibrado, validado y consistente con el Chile que necesitamos. Una prueba de que no sólo mida contenidos, sino habilidades y competencias para certificar que los egresados de pedagogía sean un aporte en cualquier tipo de sala de clases. La prueba Inicia necesita  ser revisada, y una vez logre constituirse como herramienta validada y reconocida capaz de evaluar habilidades pedagógicas, debe ser vinculante, es decir habilitante para ejercer la profesión docente.
  • Primero Inicia, luego remuneraciones: Si bien es una buena noticia la generación de incentivos económicos para aquellos egresados que deseen trabajar en el sector público, es insuficiente premiar bajo un instrumento aún no validado del todo. Los criterios de evaluación solo funcionarán si están ligados a una  prueba Inicia que está validada y mide adecuadamente competencias pedagógicas y habilidades interpersonales de los nuevos docentes.  Al igual que  Educación 2020, estamos convencidos de que el conocimiento curricular es absolutamente insuficiente para enseñar. Si realmente estamos interesados en detectar quiénes serán los mejores profesores entre los egresados de pedagogía, debemos además evaluar sus conocimientos pedagógicos y sus habilidades interpersonales.
  • Aumentan las horas no lectivas, pero ¿son favorecidos los estudiantes?: Aumentar la proporción de horas lectivas/no lectivas de 75/25 a 70/30 es una condición necesaria, que aún está muy lejos de ser suficiente. La realidad desde la sala de clases muestra que en lapractica las horas no lectivas no existen, todo el trabajo del profesor fuera de la sala (planificaciones, correciones, colaboraciones, etc) ocurren fuera del horario de trabajo. El sistemapúblico se sustenta en las horas trabajadas no contratadas de los profesores.

Para generar un real impacto en el nivel de aprendizaje en los estudiantes y mejorar la calidad de vida de los docentes, este aumento es insuficiente. Es central garantizar mejores condiciones laborales para los profesores. No sólo hacer cumplir el distribución 75/25 para horas lectivas y no lectivas, sino pensar en un aumento del 70/30 y potenciar en los colegios los espacios de reflexión y planificación pedagógica, que apunten a mejorar el desempeño del profesor y por tanto el aprendizaje de sus estudiantes. Se debe garantizar, entonces, el uso de las horas no lectivas en acciones que beneficien la labor docente y el aprendizaje de los estudiantes.

La pregunta y el tema de fondo que aparece con este debate es ¿qué país queremos construir? ¿Cómo aseguramos acceso a educación de calidad a todo niño en Chile? A partir de esta respuesta se articula el curriculum, el rol del Mineduc, la formación de profesores y la creación de estándares de calidad que permitan avanzar hacia donde queramos llegar.

Está en nuestras manos no quedarnos en la discusión de un proyecto de ley, y conocer la realidad educativa desde la sala de clases, donde está el Chile actual y pensar qué país y sociedad queremos para el futuro. Un país en donde todo niño, independiente de su origen pueda acceder a una educación de calidad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias