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Don Otto y la educación

Por: Pedro Godoy P., Centro de Estudios Chilenos CEDECh.


Señor Director:

Una antigua tira cómica presenta a Don Otto. Lo informan: la esposa «pololea» y en el sofá de la casa. Sin perder la calma, opta por venderlo. Cree así poner fin a la infidelidad. Algo parecido ocurre en el sistema escolar. En el TIMMS –certamen mundial de matemática– nuestros estudiantes exhiben un nivel deficiente. Solución: no vuelve a aplicarse. Era ministro Sergio Bitar. Obvio, el gremio no dice ni pío.

En la PSU los planteles emblemáticos y los colegios ABC1 obtienen rendimientos de excelencia. En cambio, los alumnos de liceos de la periferia –municipales y particulares subvencionados– con suerte logran 500 puntos. Hoy, para que ingresen a las UU, se promueve no el estudio riguroso, sino el inflar los promedios con notas obsequiadas. Tal filantropía –se cree– permite superar la brecha. Otra vez, Don Otto.

 Pedro Godoy P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECh

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