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Cierre del anillo Américo Vespucio: ¿Se impondrá la rentabilidad comercial sobre lo social?

Para enfrentar problemas como el Avo y muchos otros es fundamental contar con un Consejo Regional representativo y que cautele los intereses de los vecinos, pues este CORE elegido por la ciudadanía, permitirá hacer efectiva la participación de la comunidad regional en los planes de desarrollo para el territorio, los presupuestos y la distribución de los recursos.


Hace más de un año, un grupo de vecinos nos unimos para manifestar nuestro desacuerdo con la planificación del Cierre del Anillo Américo Vespucio, conocido como AVO (Américo Vespucio Oriente), pero pese a nuestra insistencia, nuestros planteamientos ciudadanos no han sido escuchados por las autoridades de este Gobierno. Este proyecto en ejecución significará terminar con barrios y con la calidad de vida de miles de vecinos que no es que no quieran el progreso, pero lo quieren de manera armónica, conservando calidad de vida y vida de barrio, elementos distintivos de las comunas de La Reina y Peñalolén.

En este plan el Ministerio de Obras Públicas es el gran responsable y fue durante la gestión de Laurence Golborne como ministro, hoy flamante candidato a senador por la zona Oriente, cuando se propuso la –aberración urbana– de hacer pasar la Autopista Vespucio Oriente por calles interiores de Peñalolen y La Reina, sin considerar los conceptos de barrio, vecinos y calidad de vida, obedeciendo a intereses que solo él conoce.  Se expropiarán 600 casas.

La ejecución de AVO sigue adelante y el método de construcción que era una certeza en el Gobierno de Bachelet (Túnel Minero), en la licitación del actual Gobierno se cambio por un sistema más invasivo, aunque más económico para la empresa que se lo adjudique: el sistema de Trinchera Cubierta, el cual no asegura poder mantener el parque de Vespucio que se extiende entre Bilbao y el Río Mapocho. Aunque en la licitación se asegura que será mejorado, existen dudas razonables, porque este Gobierno ha marcado su gestión con “la letra Chica” en sus acciones.

Pero no sólo La Reina se verá perjudicada, los vecinos de Las Condes o Vitacura, que hoy pueden disfrutar de un extenso parque con árboles añosos, se tendrán que preparar para perderlo, ya que es imposible salvar esos árboles con la construcción de la AVO en Trinchera Cubierta y eso es una realidad irrefutable.

En una ciudad que requiere de más parques y más espacios públicos, la actual licitación de AVO sólo deja dudas de la calidad de los espacios públicos que nos entregará una vez terminada esta obra.

Además, el no licitar en forma integral AVO desde El Salto a Grecia, sólo asegura problemas en el futuro, el anillo Vespucio se debe cerrar y es nuestra responsabilidad ciudadana que se haga bien. Es en este tipo de materias que cobra real importancia el Consejo Regional y sus miembros, los Consejeros o Cores, ellos son lo que deberían cautelar los derechos de los vecinos de las comunas afectadas, porque, en definitiva, este tipo de proyectos, alterarán la vida de amplias zonas de la capital.

Por eso, para enfrentar problemas como el AVO y muchos otros es fundamental contar con un Consejo Regional representativo y que cautele los intereses de los vecinos, pues este CORE elegido por la ciudadanía, permitirá hacer efectiva la participación de la comunidad regional en los planes de desarrollo para el territorio, los presupuestos y la distribución de los recursos.

En este contexto, el 17 de noviembre, cuando usted deposite el voto de color verde en la urna, no pierda de vista que estará participando en la consumación de un hecho histórico para la descentralización del país: la elección directa de los consejeros regionales por parte de la ciudadanía. Se trata de un hecho de la mayor relevancia, que genera una institucionalidad democrática muy cercana a un parlamento regional, de la que no existe precedente en nuestra historia.

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