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Lo que la PSU refleja

Marcela Castro
Por : Marcela Castro Doctora en Derecho Internacional y Relaciones Internacionales (U.Complutense de Madrid) , Licenciada en Humanidades con mencion Historia (U. de Chile).
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Twas brillig, and the slithy toves

Did gyre and gimble in the wabe;

All mimsy were the borogoves,

And the mome raths outgrabe.

‘Beware the Jabberwock, my son!

The jaws that bite, the claws that catch!

Beware the Jubjub bird, and shun

The frumious Bandersnatch!’

Este es un extracto del poema “Jabberwocky” de Lewis Carroll, que se puede ver en su libro “Alicia a traves del espejo”. Traducirlo es altamente complicado, porque Carroll se inventó palabras, lo que lo hace un poema sin sentido. Una idea de lo que es la tenemos en la película animada  de Disney “Alicia en el país de las maravillas”, en esa canción del gato de Cheshire: El día y la luna gris, quemaba y opacaba el Sol, que helaba con su fría luz, a los momeraths también.

Pues parece que los que rindieron la Prueba de Selección Universitaria (PSU) de Lenguaje y Comunicación tuvieron que analizar este poema, dada la reacción que han tenido. En la parte correspondiente a vocabulario y comprensión de lectura se usó el poema “Salitre” de Pablo Neruda, que fue además protagonista de la parte de conocimiento de conceptos básicos con un extracto de “Explico algunas cosas“.  Y una enorme cantidad de estudiantes no fueron capaces de entenderlos.

Lo gracioso es que una de las razones para incluir a Neruda en la PSU es que es un poeta conocido, o sea, se supone que usar sus textos iba en beneficio de los estudiantes porque se supone que al menos se han leído algún poema de Neruda. Vamos, no les pedían un análisis extenso, sino que leyeran el texto y marcaran una alternativa que reflejara lo que se preguntaba sobre la obra citada de Neruda. Pero muchos no fueron capaces ni de eso. Y en vez de responsabilizarse por su ignorancia, en vez de asumir que no hacen el menor esfuerzo ni siquiera de leer un poema, descargaron su bilis contra Neruda, contra los demás textos y contra la PSU: de lo complejo que eran, de su extensión, de que eran ambiguos, etc. Se quejaron en los lugares donde rindieron la PSU, se quejaron por Twitter y Facebook, y en muchos foros. Quejas, quejas, quejas.

Este es el poema “Salitre”:

Salitre, harina de la luna llena,
cereal de la pampa calcinada,
espuma de las ásperas arenas,
jazminero de flores enterradas.

Polvo de estrella hundido en tierra oscura,
nieve de soledades abrasadas,
cuchillo de nevada empuñadura,
rosa blanca de sangre salpicada.

Junto a tu nívea luz de estalactita
duelo, viento y dolor el hombre habita,
harapo y soledad son sus medallas.

Hermanos de las tierras desoladas
aquí tenéis como un montón de espadas
mi corazón dispuesto a la batalla.

¿Le parece a ud tan extenso?

Extracto de “Explico algunas cosas”:

Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños.

¿Es tan incomprensible?

Bien, justifiquemos que los egresados de cuarto medio no saben nada de poesía porque no se les enseña poesía, culpando de paso al mal sistema educativo. Pero no hay manera de calificar más que de “aterrador” cuando se navega por ese mar de quejas y se constata que una gran cantidad de jóvenes que ayer rindieron la prueba no saben lo que significa “venerar”, ni “inherente”, ni “fugacidad”, ni “pasmado”, ni “efímero”, ni “fatalidad”, ni “inexorable”, ni “inmolar”, ni “reclutar”, ni “innato”, ni “circunstancias”, ni “credo”. Con suerte entendieron dónde poner su nombre.

Una enorme cantidad de alumnos de cuarto medio de Chile no sólo no son capaces de analizar un texto que ocupa menos de la cara de una hoja, sino que aun cuando tuvieran intención de ojear algún artículo periodístico no comprenderían casi nada porque tienen un vocabulario tan terroríficamente limitado que son prácticamente analfabetos. Y en vez de tomar conciencia de eso y ponerle remedio aprendiendo por su cuenta, recuperar el tiempo perdido leyendo libros que se pueden descargar de millones de sitios, hacer reflexionar a los que están en tercero medio de que la motivación para instruirse con nuevos conocimientos está en uno, prefieren gimotear.

Hay diversas campañas contra la PSU, con críticas en muchos casos muy acertadas. Detrás de la PSU hay mucha corrupción, es cierto que el cálculo del puntaje no siempre es el más correcto, fomenta la desigualdad, etc. Pero no se menciona que cada año se rebajan más y más las exigencias para adecuarse a los estudiantes y que éstos no están respondiendo. Y los que más critican son jóvenes de ciudad, que pueden saber el temario de las pruebas y pueden estudiarlo por su cuenta, tienen cientos de lugares donde practicar todas las pruebas, que tienen a mano preuniversitarios gratuitos, y que no están usando esas ventajas en su favor, porque no las quieren utilizar. Ven libros en las páginas donde descargan películas y música pero no quieren leerlos; les regalan periódicos en el metro y no los toman porque son hojas con palitos y fotos que no les interesan; cantan “Sube a nacer conmigo hermano” y ni siquiera se preguntan qué dice Neruda en ese poema… uy, perdón, ¿sabrán que es un poema de Neruda musicalizado? Prefieren usar Twitter o Facebook para lamentarse de que se les pida analizar un texto que no ocupa más de diez líneas.

Dejemos claro algo: aunque no hubiera más PSU, el problema no desaparece. Este año, como está ocurriendo en los últimos años, ingresarán a las universidades personas que no saben ni quieren leer aunque sus vidas estuvieran en juego. No leyeron en los más de 10 años que estuvieron en el colegio, se van a quejar cada hora de cada día que estén en la universidad y tengan que hacerlo por obligación. Eso es lo que está reflejando la PSU.

(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl

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