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Envejecimiento: desafío del próximo gobierno

Roderick Peters
Por : Roderick Peters CEO Seniority Chile
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Las pensiones actuales están lejos de dar dignidad a muchas personas que optan por retirarse, más si consideramos que la tasa de cotización en Chile es de las más bajas de la OCDE. Para la Superintendenta, el rol del Estado es clave, dada su actuación en medidas como los pilares solidarios e impuestos diferidos, entre otros.


En todo el mundo, “tiempo de elecciones” significa que muchos temas son objetos de propuestas del gobierno que vendrá. En este sentido, un tema contingente y que es abordado en forma permanente, dado su aumento como grupo etario, es el de la tercera y la –por ahora– novedosa cuarta edad.

Es reconocido que el envejecimiento de nuestra población se acelera. El grupo de los 75 años en adelante es el que, proporcionalmente, más crece y se ve afectado por enfermedades crónicas que tienen como consecuencia la pérdida de funcionalidad y autonomía, llevándolos a la dependencia. Según el Senama,  para 2020 se estima que este grupo aumentará al 17,6%, llegando a 3.262.160 adultos mayores.

Hace unos días, la actual Superintendenta de Pensiones, Solange Bernstein, advirtió que Chile debe abordar el fenómeno de la cuarta edad, «que es de alto costo y requiere de muchos cuidados». Ella señaló que el rol de un sistema previsional es suavizar la pobreza y la diferenciación de consumo entre la vida activa y la jubilación. Sin embargo, las pensiones actuales están lejos de dar dignidad a muchas personas que optan por retirarse, más si consideramos que la tasa de cotización en Chile es de las más bajas de la OCDE. Para la Superintendenta, el rol del Estado es clave, dada su actuación en medidas como los pilares solidarios e impuestos diferidos, entre otros.

Las actuales candidatas a la Presidencia también tienen algo que decir al respecto. Podemos ver que ambas reconocen la existencia de este grupo etario, proponiendo distintas medidas para favorecerlo. Sin entrar a opinar sobre cada una de éstas y, como Seniority Chile es una empresa con raíces en Bélgica –país con una amplia tradición en el tratamiento de los adultos mayores, partiendo desde su Gobierno–, quisiera transmitir nuestras inquietudes y sugerencias a partir de una simple pregunta: “¿Qué desea un adulto mayor?”.

Busca disfrutar de un descanso después de tantos años de trabajo, es decir, pensión que le permita tener un pasar tranquilo. Desea salud, más médicos especializados, optar a remedios y tratamientos con libre elección de lugares donde realizarlos, a precios accesibles. Quiere seguridad: una vivienda, ojalá propia, que lo proteja. Desea esparcimiento, compartir con personas de su edad. No quiere sentirse encerrado, sino más bien libre, si quiere –y puede– con la familia o en una residencia especializada, donde deben tratarlo con cariño, dignidad y calidad. Y si quiere seguir trabajando, tiene el derecho a ser tratado con igualdad de oportunidades. Desea, también, que se le dé un buen trato. Nada de lo descrito es del otro mundo y es propio de países desarrollados. ¿Es Chile uno de ellos? Si vemos las políticas implementadas hasta ahora en favor del adulto mayor, cabe dudar de esa afirmación.

El Estado puede hacer un esfuerzo para facilitar y mejorar la vida de sus compatriotas, con quienes tantos años han estado en  deuda. Tal como lo he señalado en otras oportunidades, no podemos escapar del envejecimiento. Los legisladores también serán mayores de edad. Por ello, les invito a pensar en cómo les gustaría pasar su vejez y resolver en consecuencia con amplitud de mente y conciencia.

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