Es importante recordar que los peces son y han sido por muchos años propiedad de CORPESCA S.A., que tiene las cuotas de pesca de sardina, anchoveta, y jurel (entre otros), en las aguas del Norte. Esta empresa, cada vez que se le imponen vedas a los recursos que explota, amenaza con despidos masivos de trabajadores (con pésimas condiciones laborales). Los trabajadores por su parte, hacen huelgas a los gobiernos de turno, motivados por la misma empresa, para ejercer presión (incluyendo los pescadores artesanales, que venden su cuota a los industriales).
Esta misma empresa también financia muchas campañas electorales (ex-diputada por la Región de Tarapacá: Marta Isasi), y ejercen presión a los funcionarios públicos regionales (Intendentes, Seremis, Directores de Servicios, Armada, etc.), para defender los «legítimos» derechos de su actividad. Ahora, en el contexto de La Haya, y viendo que parte de su negocio quedaría fuera de su esfuerzo pesquero, y para afrontar la crisis, tendrían que al menos hacer ver que sus interesen económicos no son tan importantes, como la SOBERANIA, la PATRIA, la NACIÓN, etc., cosa que hicieron sin gran esfuerzo, porque también comparten intereses con los dueños de los medios de comunicación. Lo segundo que también podrían haber planificado como estrategia, desde hace mucho tiempo, es la instalación en el Sur de Perú, sin embargo, las pesquerías se encuentran colapsadas y no aguantan un aumento en el esfuerzo pesquero, hace más de 10 años se espera que se aumente el «reclutamiento» de peces, sin embargo, ocurre todo lo contrario, es decir, la actividad se encuentra en contracción. Es por ello, que CORPESCA S.A., no puede instalarse en otros puertos y expandirse a Perú.
En fin, la Empresa preferiría mantener los límites donde estaban. En el caso de que se estableciera el límite oblicuo desde el bito 1 hasta las 200 millas, la ejecución y el plazo que determinara la Corte de La Haya, condicionaría a Perú a permitir la instalación de CORPESCA S.A. en Perú. O sea, en el peor escenario, CORPESCA S.A., quienes son los «legítimos» dueños de los peces deberían invertir en flota, planta de proceso, campañas políticas y lobby en el Congreso en Perú. Pienso que CORPESCA S.A. no representa los intereses de los chilenos, porque si así fuera, tendría contrato indefinido con sus tripulantes, con un sueldo base de acuerdo a su especialización y el riesgo de la actividad, y no a la fluctuación de las capturas de la flota.
