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Bailarinas exóticas: los nuevos servicios municipales

Miguel Caniuqueo
Por : Miguel Caniuqueo Fundador de www.compraspublicas.cl
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Auspiciar giras mundialeras para dirigentes deportivos comunales hasta la contratación de bailarinas exóticas para celebraciones particulares, corresponden a ejemplos de malas prácticas, desde el punto de vista de la administración de recursos, que no tienen otro fin que fidelizar una cartera de votos que, al momento enfrentar una nueva elección, cada alcalde cobrará como una factura pendiente de pago.


Desde “teams femeninos” hasta “bailarinas strippers” son las denominaciones que han utilizado los distintos municipios para licitar servicios “especiales” en el marco de la celebración del Día del Padre.

La creatividad para denominar servicios de topless que en el fondo encubren actividades de antigua data en el mundo, han sido los subterfugios para licitar actividades que en definitiva conllevan la presentación de Shows eróticos pagados con fondos municipales y por cierto de todos los chilenos.

En una sociedad como la nuestra, todos tenemos derecho a hacer lo que queramos y consumir lo que nuestro bolsillo pueda pagar, siempre y cuando esté dentro del marco de la Ley. Sin embargo, el tema de fondo en este tipo de licitaciones nos lleva a la discusión de si es éticamente responsable destinar recursos municipales a actividades “recreativas” en desmedro de otras necesidades más urgentes.

[cita] Auspiciar giras mundialeras para dirigentes deportivos comunales, hasta la contratación de bailarinas exóticas para celebraciones particulares, corresponden a ejemplos de malas prácticas, desde el punto de vista de la administración de recursos, que no tienen otro fin que fidelizar una cartera de votos que, al momento enfrentar una nueva elección, cada alcalde cobrará como una factura pendiente de pago.[/cita]

Lo anterior, agrava mucho más la falta cuando estas actividades se desarrollan en municipios pobres. Por cierto, Paredones, Marchigüe y Cholchol de las regiones de O’Higgins y Araucanía, respectivamente, son los municipios que de manera literal han hecho llamados a licitación con la finalidad de licitar los servicios de féminas para presentaciones eróticas.

Nada hay de malo en lo erótico. Cada cual evaluará de acuerdo a sus valores los beneficios, bondades o reticencias con la profesión más antigua del mundo, pero por cierto que Cholchol, Paredones y Marchuigüe –uno de los municipios más pobres de Chile– deben tener necesidades más urgentes.

Banalizar la discusión desde lo moral y entrar en evaluaciones subjetivas sobre si es bueno o pecaminoso contratar bailarinas exóticas con fondos municipales, no hace otra cosa que desviar la atención respecto de aquello esencial en el mundo municipal, es decir, cómo administran sus presupuestos los municipios.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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