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El rol del Consejo Nacional de Innovación y Competitividad

Gonzalo Rivas
Por : Gonzalo Rivas Presidente Consejo Nacional de Innovación y Competitividad (CNIC)
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Necesitamos dar continuidad a nuestras políticas, pues ninguna acción que emprendamos en este campo dará frutos en tiempos cortos. Alcanzar un acuerdo amplio para usar eficientemente nuestros recursos es ciertamente un objetivo que el CNIC quiere ayudar a alcanzar, y ese es el sentido de la prioridad que hemos propuesto otorgarle. No es el fruto de algún ideologismo, sino el resultado de la convicción de que tenemos una oportunidad histórica de superar enfrentamientos ideológicos que han afectado nuestra capacidad de actuar unidos frente a los retos de nuestro desarrollo.


En días pasados el Sr. Matías Acevedo (Gerente Corporativo de Corfo durante la anterior administración) planteó en una columna sus dudas sobre la posibilidad de que el CNIC pueda jugar el rol de proveer orientación estratégica en los ámbitos de su competencia. Ello en virtud de dos argumentos. Primero, que con el lanzamiento de la Agenda de Productividad –y en particular con el retorno a la política de clusters– el Gobierno habría asumido definiciones propias del CNIC. Segundo, que al promover la generación de un consenso amplio sobre “la acción selectiva del Estado” en mi calidad de presidente del Consejo yo estaría cerrando los espacios para una “discusión distinta”. El columnista cierra su escrito planteando la importancia de llegar a un acuerdo transversal técnico y político en materias de tanta importancia para el desarrollo del país. No pudiendo estar más de acuerdo con esto último, sin ánimo de polemizar, creo importante despejar las dudas que levanta el Sr. Acevedo.

En relación al primer punto, cabe destacar que no es rol del CNIC establecer la política específica de cada gobierno. Su misión es generar una mirada estratégica para enmarcar la acción de los distintos gobiernos en torno a metas de largo plazo y sugiriendo líneas de acción para que ellas se logren, desde una posición de autonomía respecto del Poder Ejecutivo. Es precisamente en ese espíritu, y en un marco de amplia participación, que los años 2006 y 2007 el CNIC presentó en dos volúmenes la propuesta de estrategia nacional de innovación y competitividad, proponiendo un marco orientador con un horizonte de doce años para el país.

[cita]Necesitamos dar continuidad a nuestras políticas, pues ninguna acción que emprendamos en este campo dará frutos en tiempos cortos. Alcanzar un acuerdo amplio para usar eficientemente nuestros recursos es ciertamente un objetivo que el CNIC quiere ayudar a alcanzar, y ese es el sentido de la prioridad que hemos propuesto otorgarle. No es el fruto de algún ideologismo, sino el resultado de la convicción de que tenemos una oportunidad histórica de superar enfrentamientos ideológicos que han afectado nuestra capacidad de actuar unidos frente a los retos de nuestro desarrollo.[/cita]

En dicha estrategia se indica la necesidad de combinar políticas neutrales y selectivas y así priorizar los esfuerzos en materia de promoción de la innovación, por cuanto los recursos disponibles son siempre escasos y sin una mínima concentración de su uso es imposible alcanzar la masa crítica requerida para hacer una diferencia El impulso a algunos clusters seleccionados es indicado en esos documentos como una política coherente con ese predicamento y que ha sido efectivamente usada en otros países. Luego, el CNIC contrató un estudio internacional (adjudicado al Boston Consulting Group) para obtener una visión independiente sobre los sectores que eran mejores candidatos a ser priorizados. Con esos antecedentes el gobierno de ese momento (primera administración de la Presidenta Bachelet) definió un conjunto de sectores donde concentrar esfuerzos y lanzó su política de promoción de clusters. Sin embargo, y en contraposición a lo planteado por el CNIC, el gobierno del Presidente Piñera no continuó con este enfoque. En ese sentido, la decisión de retomar el trabajo con clusters priorizados que hace la Agenda de Productividad del actual gobierno está en línea con la estrategia formulada por el CNIC y que se encuentra plenamente vigente.

No hay entonces una imposición sobre el CNIC de parte del actual gobierno, más bien se retoman los lineamientos formulados por el propio Consejo. Sin perjuicio de lo anterior, la experiencia indica que no ha habido continuidad en la aplicación de las orientaciones estratégicas por parte de las diferentes administraciones. Como bien indica Acevedo, no ha existido la capacidad de llegar a un acuerdo transversal que permita dar continuidad a los esfuerzos del sector público en esta materia. Lo cual me lleva al segundo ámbito de críticas formuladas: su referencia al intento de establecer un consenso amplio sobre la acción selectiva del Estado.

Mi impresión es que hoy estamos en condiciones de llegar a un acuerdo transversal en esta materia. Ello, porque más allá del rechazo a continuar con la política de clusters, el gobierno del presidente Piñera igual promovió acciones selectivas. Un ejemplo de ello, es que la Política de Innovación 2010-2014 impulsada por el Ministerio de Economía contemplaba el objetivo de “transformar a Chile en un polo de Astronomía”, en virtud de la oportunidad que representa que en nuestro país se encontraran dos tercios de la capacidad de observación astronómica al año 2020. Es por ello que se dedicaron esfuerzos al interior de este Ministerio a identificar y promover oportunidades de desarrollo tecnológico y de negocios a partir del establecimiento y operación de los observatorios astronómicos que se han levantado en el norte de nuestro país. Otro ejemplo, es la decisión de CONICYT de promover activamente los laboratorios naturales como espacios desde los cuales es posible fortalecer nuestras capacidades científico-tecnológicas. Finalmente, cabe también destacar el apoyo que se brindó al programa de desarrollo de proveedores de clase mundial de la minería, tanto a través de Corfo como del Ministerio del ramo y de la propia Codelco. En consecuencia, creo que lo que se impone es desarrollar un debate conducido en un marco de plena honestidad intelectual que permita ponernos de acuerdo sobre qué tipo de selectividad es apropiado impulsar y sobre la base de qué tipo de intervenciones por parte del Estado. Necesitamos dar continuidad a nuestras políticas, pues ninguna acción que emprendamos en este campo dará frutos en tiempos cortos. Alcanzar un acuerdo amplio para usar eficientemente nuestros recursos es ciertamente un objetivo que el CNIC quiere ayudar a alcanzar, y ese es el sentido de la prioridad que hemos propuesto otorgarle. No es el fruto de algún ideologismo, sino el resultado de la convicción de que tenemos una oportunidad histórica de superar enfrentamientos ideológicos que han afectado nuestra capacidad de actuar unidos frente a los retos de nuestro desarrollo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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