Publicidad
Los Purpurados Opinión

Los Purpurados

Camilo Feres
Por : Camilo Feres Consultor en Estrategia y AA.PP.
Ver Más

Resulta casi cinematográfico que los esfuerzos de Bachelet por marginar al conservadurismo DC del Gobierno hayan terminado por fortalecerlo y que hoy dos figuras con cuentas pendientes con la mandataria, como Walker y Zaldívar, estén viviendo su minuto de gloria. Nadie sabe para quién trabaja.


Hasta ahora, el principal beneficiado con el gobierno de la Nueva Mayoría ha sido el eje conservador de la Democracia Cristiana. La ostensible subrepresentación de la falange en el ethos del Gobierno –que los llevó a acusar de maltrato a sus socios de pacto y a relativizar la profundidad de la coalición– les ha permitido marcar quirúrgicas diferencias y convertirse de facto en la frontera del oficialismo: ese lugar al que recurren todas las fuerzas ajenas a él para solicitar ser atendidos.

De esta forma, ni la derecha ni la Iglesia recurren a los ministros políticos para plantear sus puntos de vista, ni el empresariado va al Ministerio de Hacienda, ni los sostenedores de colegios van al Ministerio de Educación, todos y cada uno de ellos han encontrado en algunos senadores DC el confesionario en el que pueden descargar sus amargos lamentos y la mano amiga que los consuela y accede generosa a vehiculizar sus puntos de vista en cada reforma que ha sido discutida hasta el momento.

Así las cosas, esa DC crece a costa de sus compañeros de ruta y ha vuelto a encontrar un lugar dentro del arco político nacional, algo que hasta hace poco era visto como un imposible para un partido cuyos fácticos dejaron de ser jóvenes apenas Frei Montalva terminó su discurso de la patria joven.

[cita]Ni la derecha ni la Iglesia recurren a los ministros políticos para plantear sus puntos de vista, ni el empresariado va al Ministerio de Hacienda, ni los sostenedores de colegios van al Ministerio de Educación, todos y cada uno de ellos han encontrado en algunos senadores DC el confesionario en el que pueden descargar sus amargos lamentos y la mano amiga que los consuela y accede generosa a vehiculizar sus puntos de vista en cada reforma que ha sido discutida hasta el momento.[/cita]

Tan rentable ha sido la participación crítica de la DC en el gobierno que, sin mediar solución de continuidad entre su discurso asambleísta de la primaria y su actual llamado a retomar el centro, el Partido Radical ha encontrado que su única forma de sobrevivir es seguir el mismo camino de sus amigos beatos. Y tan eficientes han sido Zaldívar, Walker, Martínez y Cía. liderando la oposición, que la derecha se sintió impelida a interpelar a Eyzaguirre para existir, uniendo al oficialismo en el momento en el que las diferencias internas de la Nueva Mayoría le podrían haber permitido tomar palco y ver cómo se descueraban entre ellos.

En efecto, visibilizar la voz disidente del oficialismo ha sido un camino fructífero, tanto para las voces opositoras tibias como para las radicales, y sin duda que el manejo político del Gobierno no ha dado el ancho para hacer frente a esta realidad, procesando esa diferencia de forma satisfactoria. Pero vienen tiempos de elecciones, primero dentro de los partidos y luego entre ellos, por lo que esta correlación de fuerzas a nivel de percepciones deberá ser ratificada en las urnas.

Así y todo, resulta casi cinematográfico que los esfuerzos de Bachelet por marginar al conservadurismo DC del Gobierno hayan terminado por fortalecerlo y que hoy dos figuras con cuentas pendientes con la mandataria, como Walker y Zaldívar, estén viviendo su minuto de gloria. Nadie sabe para quién trabaja.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias