El hombre lleva alrededor de 30 años en una constante lucha contra el cáncer. Lamentablemente, esta lucha nos ha ganado, pero por el momento. Ahora, más que nunca hay esperanzas para combatir el cáncer gracias a la nanotecnología.
Básicamente la nanotecnología es la ciencia que estudia diminutas partículas de tamaño nano, es decir, una millonésima de un milímetro. Estas pequeñas nanopartículas y sus compuestos podrían cambiar la historia de esta enfermedad.
Algunas partículas de origen de óxido de hierro se pueden inyectar en el torrente sanguíneo y luego al hacer una imagen por resonancia magnética se verá de mejor calidad la atracción de estas partículas y detectar la propagación del cáncer desde su punto de origen hacia los ganglios linfáticos en el cuerpo. Esto servirá para mejorar el diagnóstico de cánceres pélvicos, incluyendo el de próstata, vesícula y el cáncer cervical. El cuerpo maneja las nanopartículas de hierro de la misma forma en que maneja el hierro de las vitaminas y suplementos minerales.
Los investigadores están actualmente desarrollando una variedad de soluciones novedosas en la detección temprana y en el tratamiento del cáncer. En la Universidad de Texas, lugar en que efectúan estas investigaciones, han estudiado el fenómeno y su posible impacto. La realidad es que al momento de detectar el cáncer en una persona, éste ya ha estado allí por 10 ó 15 años antes. Pero no era factible de detectar y tampoco había tal vez razones para descubrirlo o diagnosticarlo. Estos investigadores han desarrollado un filtro de silicio nanométrico de 7 nanómetros capaz de filtrar biomarcadores o moléculas biológicas que son las que identifican al cáncer. La ventaja es que se podrá hacer con un simple examen de sangre y tempranamente.
En el tratamiento en sí, hoy ocurre que una terapia no necesariamente discrimina de las células buenas y las células malas. Es decir, un tratamiento puede ser dañino para las células buenas, lo que obviamente es necesario para destruir el cáncer. Lo que la nanotecnología aportará será un tratamiento dirigido y poco invasivo capaz de ir sólo a la destrucción del cáncer sin dañar células buenas. Esto se logra por ejemplo con nanopartículas metálicas de oro o podrían ser de cobre y también discos porosos de silicio con moléculas en las cuáles se dirigen a la zona del tumor y desde afuera se aplica calor el cual calentará la nanopartícula destruyendo sólo la zona con células malas y no todo el alrededor.
Estas tecnologías estarán luego a disposición de la medicina comercial, será sin duda un tremendo impacto contra el cáncer y como toda nueva tecnología veremos si su costo será muy alto o no, pero es interesante el dilema económico desde el punto de vista de cuánto ahorraremos en tratamientos si se puede detectar la enfermedad antes de que comience. El impacto social de la enfermedad en una familia y su tasa de mortalidad serán los factores que finalmente fijarán los precios.
Pero esto no es todo. Pues, la nanotecnología también está aportando con el ciclo de limpieza del ser humano. Así es. En el último tiempo, los avances en el área han permitido que los seres humanos puedan llegar a utilizar, al corto plazo, gel y jabones elaborados con partículas de cobre, y que tendrán como objetivo primordial mejorar las condiciones de higiene de cada individuo, es decir, mejorar la calidad de vida de las personas.
Estos productos al no tener alcohol no resecará las piel, no la irritará y no será inflamable. La innovación está en agregar cobre, que elimina los gérmenes: bacterias, hongos ó virus que diariamente nos rodean y son causantes de enfermedades fatales. Todo lo anterior, para prevenir el contagio que ocurre intrafamiliar, intrahospitalario y definitivamente en los espacios públicos y oficinas.
Posteo original: http://nanotecchile.blogspot.com/
