En Chile, la realidad transexual está recién comenzando a ser discutida. He asistido a algunos medios de comunicación para conversar y educar acerca de los niños y niñas transexuales y, en la mayoría de los lugares, los adultos terminan rascándose la cabeza en signo de no comprender. Incluso, algunas personas se acercan en las pausas comerciales para preguntarme qué hacer si en la escuela de su hijo hay un compañero transexual. ¿Cómo explicarle que su compañero ya no es compañero sino compañera?, ¿esto confundirá a mi hijo? No. Los niños no se confundirán ni se les hará un daño al mantener convivencia con un niño transexual, siempre y cuando se les explique desde los valores que nos permitan aceptarnos todos como personas distintas y ayudar a que el sufrimiento disminuya en otros niños. Los más pequeños, no comprenden desde las palabras rebuscadas, sino desde los afectos y es desde ahí donde debe explicárseles la transexualidad.
Soy una convencida de que ningún daño se les hará a los niños por explicarles acerca de la diversidad sexual y menos por convivir con niños o niñas con orientación sexual homosexual o lesbiana o con identidad de género transexual. Todo lo contrario, estaremos enseñándoles a nuestros hijos a ser personas que respeten que todos somos distintos, que no juzguen ni discriminen y que puedan convivir con otros niños de orientación sexual homosexual, lesbiana, identidad transexual, niños extranjeros o con necesidades especiales. ¿Qué mal van a hacer a esos niños?, ¿no estarán criando personas íntegras y que hagan el bien?
Tengo la impresión de que si bien los niños aceptan y comprenden mejor la diversidad que los adultos, son estos últimos los que realmente sienten miedo. Creo que la insistencia con que me realizan ciertas preguntas, responde a sus propios prejuicios y, entonces, lo que corresponde es trabajar primero con los adultos y sus prejuicios, antes que cualquier otra acción con los niños.
[cita] ¿Y qué pasaría si existen personas que se sienten mujeres y tienen pene?, ¿eso no hace sentir temor o rechazo? Si la respuesta es afirmativa, corresponde preguntarnos por qué. Las personas transexuales han existido siempre y continuarán existiendo. De nosotros depende crear sociedades que respeten y realmente sean diversas o continuar con sociedades donde las personas transexuales, especialmente los niños, son objeto de burla y de rechazo. [/cita]
El trabajo acerca de las diversidades sexuales en las escuelas debe comenzar con los adultos (entiéndase apoderados y personal), ya que cualquier otra actividad dirigida a los niños no será fructífera si los adultos no comprenden bien los términos o tienen prejuicios al respecto.
Las escuelas debieran liderar este trabajo con los adultos, informándose y animando espacios reflexivos con las siguientes preguntas: ¿qué sabemos de transexualidad? Lo que sabemos, ¿es de fuentes científicas y fidedignas?, ¿cuáles son nuestros principales temores? Lo importante aquí es pesquisar las aprensiones y contrastarlas con lo que se sabe desde el ámbito científico. Aquí hay un excelente folleto informativo de la transexualidad desarrollado por la Asociación Americana de Psicología https://www.apa.org/topics/lgbt/brochure-personas-trans.pdf. Recuerden que lo más importantes es preguntarse ustedes mismos, descubrir sus propios temores. Debido a que el folleto es bastante completo, sólo destacaré que no todas las personas desarrollan el género (sentirse y comportarse como hombre o como mujer) de acuerdo a lo que esperamos según los genitales que tienen. Esa relacional lineal y binaria la realizamos nosotros y responde a una asociación cultural creada por la sociedad. El fenómenos de ser hombre o mujer, es un constructo. Como decía Simone de Beauvoir: “No se nace mujer… llega una a serlo” y ese ser mujer, no siempre lleva una vagina. Más bien, tiene que ver con comportamientos y roles que nos transmiten desde que nacemos. En el caso del ser mujer, lo asociamos al rosado, a jugar con muñecas, usar vestido, ser delicadas, entre otras cosas. ¿Y qué hacemos si un niño quiere también experimentar esos comportamientos? ¡Nos espantamos! Y le enseñamos que no debe hacerlo. Así es como nosotros mismos vamos construyendo el género.
¿Y qué pasaría si existen personas que se sienten mujeres y tienen pene?, ¿eso no hace sentir temor o rechazo? Si la respuesta es afirmativa, corresponde preguntarnos por qué. Las personas transexuales han existido siempre y continuarán existiendo. De nosotros depende crear sociedades que respeten y realmente sean diversas o continuar con sociedades donde las personas transexuales, especialmente los niños, son objeto de burla y de rechazo.
Una vez se haya trabajado con los adultos acerca de la transexualidad, podemos recién trabajar con los alumnos y alumnas, utilizando un lenguaje sencillo y complementándolo con material didáctico y juego. Tenemos que ser capaces de recoger todas sus preguntas, desde la comprensión y el afecto.
En el caso de los más pequeños, se recomienda utilizar cuentos. Los niños aprenden a través de la fantasía y del juego y para ellos es más fácil comprender estas situaciones cuando entienden que hay otros niños que sufren al ser discriminados por ser transexuales. Los niños, a diferencia nuestra, comprenden mucho mejor el amor y el daño. Ellos aún no tienen los prejuicios que nosotros aprendimos a tener.
Aquí, algunos cuentos:
Quisiera terminar este texto transmitiendo un mensaje que me parece central a los padres, madres y apoderados: el valor más importante que puedes transmitir a tu hijo o hija, es el valor del respeto hacia todos los seres humanos y la no discriminación. El valor del amor y la aceptación en nuestras diferencias nos podrá hacer una sociedad mejor y, seamos sinceros, más realista. Tú hijo no se volverá transexual por compartir con un niño transexual, ya que la identidad de género responde a patrones culturales y no a la imitación por observación de pares. Tu hijo no se confundirá ni le provocarás un problema en su integridad psíquica. Sí te puedo asegurar que tu hijo se convertirá en una mejor persona si le enseñas que todos somos diferentes, al mismo tiempo que iguales.
