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Desertificación y poda


Señor Director:

Escribo en relación a su interesante artículo “El desierto avanza silenciosamente sobre Santiago”, publicado el lunes 27 de Julio.

A las causas humanas de la desertificación, señaladas por el profesor Pablo Sarricolea, hay que añadir el desastroso y aberrante “manejo” del arbolado urbano que están sufriendo nuestras ciudades en todo Chile.

Abundan los ejemplos de las mal llamadas podas, cada año más drásticas, que han terminado por llenar nuestras calles de árboles sin copas, mutilados, casi muertos, acelerando irreversiblemente el avance del desierto.

En el contexto descrito en su artículo y a la espera de la implementación de medidas paliativas, me parece urgente dejar de considerar a los Árboles Urbanos como un mero “ornato”, para asumirlos como el aporte indiscutible e irremplazable que son, para la salud y bienestar de los ciudadanos y del medioambiente.

Estimo necesario solicitar a las autoridades que instruyan a los Municipios de Chile el cese total de las podas masivas e indiscriminadas de Árboles Urbanos. Se trata de una medida que no tiene costos de implementación y cuyos beneficios están ampliamente demostrados.

Gabriela Germain Fonck

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