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Un nuevo/viejo “refrito” de (centro) derecha

Danny Monsálvez Araneda
Por : Danny Monsálvez Araneda Doctor © en Historia. Académico de Historia Política de Chile Contemporánea en el Depto. de Historia, Universidad de Concepción. @MonsalvezAraned.
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Por estos días la (centro) derecha se ha articulado en una nueva alianza política; al respecto, ¿qué número constituye este nuevo espacio?, ya hemos perdido la cuenta desde el retorno a la democracia hasta nuestros días. Ocasión que la (centro) derecha intenta consensuar posturas o unificar posiciones, su destino parece conocido: nuevas/viejas divisiones, pugnas internas, rencillas y egos personales, constituyen las mejores  y al mismo tiempo las peores expresiones de lo que ocurre cuando la (centro) derecha intenta formar una alianza o coalición desde donde plantearse como alternativa de gobierno.

Si bien la experiencia de 2010, cuando llegaron al gobierno, parece ser un buen punto de referencia y experiencia; lo cierto es que no pasó mucho tiempo hasta que surgieron las divisiones, recriminaciones y disputas personales. Es más, si los cuatro años de gestión de (centro) derecha fueron un éxito, como se nos quiere presentar y vender, entonces ¿qué fue de la Coalición por el Cambio o Alianza por Chile? Se supone que todo conglomerado exitoso tiene proyección en el tiempo; en este caso, ocurrió todo lo contrario. Más bien el pasado gobierno de (centro) derecha, se sustento principalmente en el personalismo de Sebastián Piñera y su grupo de amigos o asesores más cercano.

[cita] Si bien la experiencia de 2010, cuando llegaron al gobierno, parece ser un buen punto de referencia y experiencia; lo cierto es que no pasó mucho tiempo hasta que surgieron las divisiones, recriminaciones y disputas personales. Es más, si los cuatro años de gestión de (centro) derecha fueron un éxito, como se nos quiere presentar y vender, entonces ¿qué fue de la Coalición por el Cambio o Alianza por Chile? Se supone que todo conglomerado exitoso tiene proyección en el tiempo; en este caso, ocurrió todo lo contrario. [/cita]

Hoy, ante la crisis institucional y orgánica que atraviesa la Nueva Mayoría, la (centro) derecha busca nuevamente presentarse al país en forma mancomunada y unida. Falsa imagen, cuando es por todos conocidos las discrepancias públicas, históricas y rencillas (proyectos) personales que se han dado entre sus dirigentes y actores. Por lo tanto, ¿alguien puede pensar que esto se soluciona por el simple acto de formar una alianza y establecer algunas vocerías? Pensamos que no, específicamente porque desde la llegada de la Nueva Mayoría al gobierno, la (centro) derecha ha centrado su accionar en campañas mediáticas del miedo, desinformación, denuncias y acusaciones generales; es decir, no ha existido real alternativa opositora de (centro) derecha. Entonces ¿qué los une? Por ahora una sola cosa: su anti Nueva Mayoría o anti bacheletismo y obviamente querer recuperar el gobierno y para aquello, todo es posible (por ahora).

Ni hablar de ideas, programas o proyectos, aquello es mucho pedir para la (centro) derecha. Peor aun, durante todos estos meses no han sido capaces de recoger el rechazo que hoy tiene el gobierno, al punto que el nivel de desaprobación que hoy tiene la (centro) derecha es peor que el del oficialismo. Lo anterior debido a que la ciudadanía no los considera como alternativas, por el contrario los ve como uno de los principales causantes de los problemas que hoy tiene a nuestro país sumido en una crisis de legitimidad y representatividad. Y ante ello ¿qué ofrece la (centro) derecha? Muy poco, básicamente decir que las reformas son malas, le hacen mal a Chile, hablan de “estatismo”, de estar regresando a los sesenta y setenta, enarbolar discursos grandilocuentes que el país esta en un abismo o bien no falta el/la “preclaro/a” que eufemísticamente insinúa que así como vamos, no se sabe si el gobierno terminará su mandato, cuando sería mejor decir que la gustaría que la presidenta diera un paso al costado.

En consecuencia, veamos cuánto dura este nuevo “refrito” de la (centro) derecha, que por más que pasen los años, siguen siendo los mismos sectores y protagonistas que ante la falta y el vacío de ideas, recurre al marketing político y las puestas en escena como su mejor estrategia para de una u otra forma seguir siendo visibles.

Ni hablar -por ahora- de ser alternativas.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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