Publicidad

La visión sesgada de Valentina Saavedra

Por: Ervin Castillo, presidente de la Federación de Estudiantes de la U. de Talca


Señor Director:

En una reciente columna publicada en este medio, la Presidenta de la FECH, Valentina Saavedra, sostiene una serie de elementos que creo hay que confrontar con fuerza y mucha convicción. La máxima dirigente de los estudiantes de la Universidad de Chile, si bien es cierto visualiza una imperiosa necesidad de realizar cambios y mejoras en nuestro sistema educativo, se mantiene en la línea de aquellos que de una u otra manera, continúan justificando las arbitrarias posturas que dejan fuera de cualquier reconocimiento y beneficio a todos aquellos estudiantes que no se desarrollen en las 25 mal llamadas preferentes Universidades del Consejo de Rectores. Acto seguido, habla desde una vaguedad inusitada de la Educación Pública, con buenos refranes al viento, pero que nada tienen de contenido.

Justamente, la Presidenta de la FECH se refiere a que la pobreza de contenidos en la discusión de la Reforma le hace muy mal a la confección de ésta misma, pero obviando que su propio discurso es carente también de ideas y reflexiones claras, solamente entregando conceptos al servicio de consignas estériles.

Somos muchos los que rechazamos profundamente a esta postura vigente en el debate, porque sin evidencia alguna, justifica que a estudiantes de la misma condición socioeconómica se les categorice de manera arbitrariamente opuesta, haciéndose así partícipe del portazo que el Gobierno le está dando a los estudiantes más humildes de nuestro país,  o que por ejemplo, prime si la Universidad es o no propiedad del Estado, en lugar de primar criterios realmente atingentes a la calidad de la educación como el cumplimiento de los tres fines de la Universidad o la integración que las distintas instituciones puedan entregar a sus estudiantes. Lamento que Valentina Saavedra exprese una visión sesgada del aporte que muchas instituciones particulares le han hecho al país, entre ello la posibilidad de que miles de jóvenes chilenos puedan ingresar al virtuoso mundo de la educación superior, anhelo que sin la creación de estos planteles durante las últimas décadas, probablemente jamás se hubiese producido.

Soy un orgulloso estudiante y dirigente de Universidad Pública, pero no porque la Universidad de Talca sea de propiedad estatal, sino porque es una institución que ha entendido la educación como un proceso complejo, de responsabilidades y exigencias en el afán de construir una mejor región y un mejor país, y por eso siento el llamado de contribuir a un debate con menos falacias y entelequias que suenen bien pero que carezcan de sustentos argumentativos.

Es verdad lo que dice la Presidenta de la FECH: el país tiene la valiosa oportunidad de realizar cambios profundos y de no equivocarse en lo que a Educación se refiere. Pero lo anterior debe realizarse con una mirada de futuro, integradora y diversa. Hacer lo contrario, sólo influirá en Reformas que sigan errando el camino, y en definitiva, afectando las posibilidades de aquellos que más lo necesitan.

Ervin Castillo
Presidente de la Federación de Estudiantes de la U. de Talca

Publicidad

Tendencias