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Puerto seco en Santiago

Por: Alejandro Laínez, Gerente Anagena AG


Puerto seco en Santiago

 De nuestra consideración:

 Algunos medios de prensa publicaron el día lunes recién pasado el anuncio del Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, don Andrés Gómez-Lobo, sobre una “nueva iniciativa” de optimización de la infraestructura logística del comercio exterior chileno, consistente en un Puerto Seco en Santiago, apto para operaciones multimodales ferroviales y carreteras, mejorando así la conectividad con los puertos de la Región de Valparaíso.

 Con desilusión nos percatamos que el Sr. Ministro no sabe, o no le han informado adecuadamente, que la iniciativa del puerto seco en Santiago es de larga data (a lo menos 20 años) y es impulsada por los grandes empresarios navieros y operadores logísticos de comercio exterior. Tampoco debe saber que esta iniciativa ha sido desahuciada por el Ejecutivo en a lo menos tres oportunidades y por el Congreso en una oportunidad. El año 2011 fue el último intento fallido de reflotar el puerto seco, como una medida de la Agenda de Impulso Competitivo del Ministerio de Economía del gobierno de Sebastián Pïñera.

 Debido a las reacciones de rechazo expresadas públicamente por algunos gremios y sindicatos ligados estrechamente al comercio exterior chileno, el Sr. Ministro aclaró el día de ayer, a través de la prensa escrita, que no se trataría de Almacenes Extraportuarios en la Capital (puerto seco), sino más bien de un Centro de Intercambio Modal. En nuestra opinión, un centro logístico intermodal está muy cercano a un puerto seco y el riesgo de pasar de uno a otro es altísimo.

 Para los grandes empresarios del transporte internacional, el puerto seco es la panacea que “soluciona las ineficiencias logísticas y reduce los costos del comercio exterior”; efectivamente, es la solución diseñada POR ELLOS PARA ELLOS, y que bien presentada a un Ministro que desconoce las particularidades del comercio exterior, surge nuevamente en gloria y majestad.

  Sin embargo, los usuarios de las cadenas logísticas hemos demostrado que, lejos de ser la solución, se crearán problemas de envergadura tales como (por nombrar sólo algunos):

 1.       Disminución de fuentes laborales relacionadas directa e indirectamente al comercio marítimo en las ciudades puerto (Valparaíso y San Antonio).

 2.       Disminución de la seguridad de las cargas, al extenderse las fronteras marítimas custodiadas por Aduanas de Chile desde los puertos hacia el hinterland.

 3.       Aumento de posición dominante de los grandes operadores logísticos, con riesgos inherentes de colusión.

 4.       Aumento de los costos logísticos para importadores y exportadores, por ende, para el consumidor final.

 5.       Concentración de actividades inherentes a los puertos en la periferia de Santiago, debilitando el concepto de regionalización.

 Cabe preguntarse, Sr. Director, si esta propuesta no ha prosperado en años anteriores, ¿cuál será hoy el argumento para reactivarla?

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