La orden de la jueza de un tribunal de garantía de nuestro país, respecto a investigar presuntos aportes ilegales de empresarios a campañas políticas, presuntamente escudándose en las figuras de aportes reservados, en caso alguno vulnera la ley, como lo ha señalado el Senador Hernán Larraín (UDI). Lo siguiente, se desprende de los fines y garantías que establece nuestra constitución política de la república, a la hora de interpretar no sólo el texto fundamental mismo, sino también de la misma forma, las disposiciones legales que otorga la normativa vigente respecto a estos aportes. De lo contrario, ¿Deberíamos sorprendernos entonces del excesivo formalismo con el que también el SERVEL se encargó de rechazar la inscripción de un nuevo partido político, por una interpretación vacía y muy preocupada de las formas antes que en el fondo? El senador está diciéndonos entonces, que debemos mantenernos en un autoritarismo formal tan grande, que por más que los problemas de fondo hablen por sí mismos (res ipsa loquitur), debemos morir respetando las formas, pues de lo contrario, el sueño de la estabilidad se vendrá abajo.
Agradecemos que dicho senador, nos recuerde el sustrato sociológico y cultural en el que debe mantenerse la discusión política en el país, y en el doble discurso cuando hablamos de desarrollo; pues de otra forma, no se explica que por un lado se hable de solucionar crisis institucionales, y por el otro se busque vulnerar tales mecanismos establecidos por esa institucionalidad de la que desconfiamos, bajo la excusa de estar vulnerando la ley.
