Señor Director:
El sábado 31 de enero del 2015 la Presidenta envió un proyecto de ley a la Cámara de Diputados. El proyecto de ley legaliza el aborto en tres causales, ya sea porque la madre corre riesgo vital, inviabilidad del feto y por embarazo producto de violación.
La Presidenta ha usado su poder de urgencia simple en ocho oportunidades para que se legisle sobre este proyecto. El proyecto lleva más de un año y aún sigue en primer trámite legislativo. Además, desde el retorno a la democracia hasta la fecha se han presentado 14 proyectos de ley por parte de los parlamentarios que legalizan algunas causales del aborto. Sin embargo, todos estos proyectos están olvidados en el Congreso.
Chile es uno de los cuatro países junto a El Salvador, Nicaragua y Malta que criminalizan el aborto en todas sus causales. Sin embargo, la situación no está regulada, según los datos presentados en el mensaje presidencial (Boletín 9895-11) se plantea que hay 32.992 abortos en promedio por año. Estos abortos son hechos en lugares de situación precaria y clandestina, y la mujer pone su vida en riesgo al realizar esta práctica en lugares de esta calaña.
Por otro lado, la constitución señala que Chile es un Estado “laico”, es decir que las leyes y políticas de Estado no deberían reflejar ninguna tendencia religiosa. Por lo tanto, ¿por qué algunos partidos insisten en mantener una política de Estado basado en argumentos religiosos?
Por último, se puede argumentar que esto podría dividir a la coalición gobernante, pues al parecer la DC se diferencia de sus aliados de coalición en temas valóricos. Sin embargo, los Senadores Patricio Walker, Jorge Pizarro y Andrés Zaldívar presentaron un proyecto de ley (Boletín 7965-11) que legaliza el aborto en una causal. Por lo tanto, si la Nueva Mayoría tiene acuerdo en que se debe legalizar el aborto en al menos una causal, mi pregunta es, ¿por qué están esperando para legalizar una situación que ocurre año a año, teniendo mayoría legislativa?
Bastián Reveco Cabello, Cientista Político, Universidad Diego Portales