Señor Director:
Con viva curiosidad hemos seguido el debate en torno a la presencia de la diputada Camila Vallejo en un texto de Historia, Geografía y Ciencias Sociales de 8° básico editado por la editorial SM y distribuido por el Ministerio de Educación en colegios, situación que provocó el total rechazo de la Agrupación de Padres de Colegios Particulares Subvencionados acusando este acto de “proselitismo político”. Si bien es cierto las partes en cuestión ya han comentado esta controversia; la Ministra de Educación Adriana del Piano explicando que “los libros de texto los hace la editorial y el ministerio sólo los revisa que estén de acuerdo con el currículum” y sobre la página cuestionada comenta, “La editorial presenta una serie de fuentes con diferentes posturas provenientes del mundo empresarial, ONGs y del gobierno. Dentro de esta diversidad de miradas está la mirada de una diputada de la República”. Por su parte la diputada Camila Vallejo emitió una carta donde entre sus partes señala que el tema es de su interés por su profesión “El tema me compromete por mi interés como geógrafa e integrante de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados”..y que al parecer, finaliza “el problema, para algunos, soy yo”.
Pero no queremos hacer juicios sobre lo anterior, cada cual tendrá su mirada. Nuestro interés es analizar o entregar mayores antecedentes sobre lo verdaderamente importante cual es la pregunta que hace el texto de estudio, en las páginas 264 y 265 y que dice, “¿En Chile existe un equilibrio entre el cuidado del medioambiente y el crecimiento económico?”, para lo cual desarrolla un texto que responde en parte la misma y lo refuerza con cuatro documentos de fuentes con diferentes posturas provenientes del mundo empresarial, ONGs y del gobierno, y es allí donde se nos cita (Doc.1) al definir el término Desarrollo Sustentable. Quisiéramos ampliar dicha definición para ayudar a entender de mejor manera ese concepto.
A efecto de contextualizar el concepto de Desarrollo Sustentable, debemos señalar que producto de la Revolución Industrial del siglo XIX y luego de la posguerra de los años cincuenta, los países desarrollados se dieron cuenta que su prosperidad se basaba exclusivamente en el uso intensivo de recursos naturales, que estos en algún minuto se acabarían y colapsaría el sistema, por consiguiente, la viabilidad de esta forma de desarrollo era inaplicable sin considerar siquiera sus efectos sociales, ecológicos y ambientales. La idea de un crecimiento económico sin límites, en el cual todo podía sacrificarse despertó la esperada “conciencia social”, la responsabilidad y la importancia de crear condiciones de largo plazo que hicieran posible un crecimiento sin la amenaza de un quiebre del sistema.
Producto de esta preocupación, nace en los años setenta el “Club de Roma”, organización no gubernamental constituida por un pequeño grupo de científicos y políticos preocupados por el futuro del mundo. Allí se genera el informe “Los Límites del Crecimiento” de Donella Meadows en 1972, que presenta los resultados de las simulaciones por ordenador de la evolución de la población humana sobre la base de la explotación de los recursos naturales, con proyecciones hasta el año 2100. Es importante decir que las predicciones de aquel informe fueron consideradas muy alarmistas en su momento. Debemos agregar también que ese informe encargado al MIT, fue revisado por la Universidad de Melbourne en 2014 y casi todas las curvas previstas se han cumplido con mucha exactitud. Otro efecto de lo anterior, es el nacimiento de una serie de movimientos como el de ecología política y otras corrientes político-filosóficas como el ecofeminismo y el ambientalismo.
Posteriormente en junio de 1972, se realiza la Conferencia sobre Medio Humano de las Naciones Unidas en Estocolmo, Suecia, y esta es la primera “Cumbre de la Tierra”. Se manifiesta por primera vez a nivel mundial la preocupación por la problemática ambiental global. Luego de otras varias reuniones e importantes conferencias realizadas que afianzaron los términos de Tierra, Naturaleza, Recursos Naturales y otros, en 1987 las Naciones Unidas requiere otro estudio llamado “Nuestro Futuro Común”, informe que enfrenta y contrasta la postura de desarrollo económico actual junto con el de sostenibilidad ambiental, con el propósito de analizar, criticar y replantear las políticas de desarrollo económico globalizador, reconociendo que el actual avance social se está llevando a cabo a un costo medioambiental alto. Este documento fue elaborado por una comisión encabezada por la doctora Gro Harlem Brundtland, entonces primera ministra de Noruega, por ello dicho dossier es más conocido como “Informe Brundtland”. En este informe, se utilizó por primera vez el término Desarrollo Sustentable, definido como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. Implica un cambio muy importante en cuanto a la idea de sustentabilidad, principalmente ecológica, y a un marco que da también énfasis al contexto económico y social del desarrollo.
Luego en el año 1992, se celebra la Conferencia de las ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo, “Segunda Cumbre de la Tierra” en Río de Janeiro, Brasil, donde se generan documentos importantísimos hasta el día de hoy como la Agenda 21, para promover el desarrollo sustentable, aprueban el Convenio sobre el Cambio Climático, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Declaración de principios Relativo a los Bosques. De allí se empieza a dar amplia publicidad del término desarrollo sustentable centrado en la preservación del medio ambiente y el consumo prudente de los recursos naturales no renovables, hacia la idea de «tres pilares» que deben conciliarse en una perspectiva de desarrollo sustentable: el progreso económico, la justicia social y la preservación del medio ambiente. Posteriormente en Diciembre de 1997 se aprueba el Protocolo de Kioto sobre Cambio Climático que entra en vigor en 2005. Finalmente luego de muchas otras reuniones se genera la Cop 21 en Paris, Francia, en Diciembre de 2015 donde se acuerda el histórico compromiso de 195 países que se comprometen a reducir la emisión de gases de efecto invernadero sobre Cambio Climático.
Finalmente, y solo para entender mejor el concepto de Desarrollo Sustentable, este tiene que ver con un cambio de valores, conductas y estilos de vida. Un cambio cultural profundo que nos permita afirmar con certeza que el único desarrollo posible, es el Desarrollo Sustentable.
Luis Humberto Montero, Director Chile Desarrollo Sustentable
