Publicidad

El problema de las expectativas

Martín Bianchi
Por : Martín Bianchi Economista y magíster en finanzas
Ver Más

¿De qué manera se pueden modificar las expectativas de las empresas y de las personas? Si bien muchas veces el problema se traslada al ámbito internacional, diciendo que son factores exógenos y no se puede hacer mucho al respecto, hay muchas medidas/situaciones locales que pueden afectar positivamente. Esas medidas deben demostrar compromiso del Gobierno, generando confianza en la gente y en las empresas, haciendo que se viva un ámbito más normal, claro y previsible para todos».


Claro está que la economía no es una ciencia exacta, no todos los factores que la influyen son cuantificables ni se puede medir su alcance de una manera lineal. Esto se da principalmente por un concepto que afecta directamente el comportamiento económico, que son las expectativas. Éstas no son una previsión científica que surge del análisis de una ley o reglamentación, sino que son estimaciones que tratan de reducir en lo posible el nivel de incertidumbre ante un escenario futuro.

Hoy la economía chilena tiene claramente un problema de expectativas, se ve en la calle todos los días. Por un lado, los empresarios deben afrontar un escenario internacional difícil, con economías regionales que se encuentran en crisis, con amplia volatilidad en el tipo de cambio que afecta la competitividad, los precios internacionales, siendo muy difícil predecir su comportamiento futuro, y en el ámbito local, las empresas deben estar atentas al nuevo escenario planteado mediante la Reforma Tributaria y Laboral, que aún siguen generando más dudas que certezas. Esto hace que las entidades, por ejemplo, no realicen esfuerzos de inversión grandes o no tomen riesgos significativos expectantes de lo que puede pasar en los próximos meses.

Por otro lado, esto también se refleja en las personas. Afectados por lo que se lee diariamente, lo que escuchan en las noticias y lo que viven en sus trabajados en relación a este escenario que genera cierta incertidumbre, deciden muchas veces postergar su consumo, sin tomar decisiones de largo plazo atentos de lo que pase en el futuro. Es más, en base a lo informado recientemente en un estudio realizado por la Universidad de Chile, en Santiago, se confirmó que la tasa de desempleo ha aumentado significativamente, algo que se esperaba hace un tiempo.

Ahora bien, ¿de qué manera se pueden modificar las expectativas de las empresas y de las personas? Si bien muchas veces el problema se traslada al ámbito internacional, diciendo que son factores exógenos y no se puede hacer mucho al respecto, hay muchas medidas/situaciones locales que pueden afectar positivamente. Esas medidas deben demostrar compromiso del Gobierno, generando confianza en la gente y en las empresas, haciendo que se viva un ámbito más normal, claro y previsible para todos.

Por lo tanto, las mayores acciones deben apuntar a mejorar las expectativas en general, para ello es importante ponerse en los zapatos de las personas y las empresas para entender porque sus expectativas son bajas. No hay recetas únicas en este sentido. El gobierno y los distintos actores significativos de la economía deben aplicar sentido común en sus conductas, sin poner más trabas y tener paciencia ya que los cambios en las expectativas no es una tarea sencilla, sabiendo que sus efectos en la economía no son inmediatos.

Publicidad

Tendencias