Señor Director:
Me refiero a la columna “Revolución pingüina, rebelión pedagógica” publicada el 2 de mayo por El Mostrador, en que el autor señor Iván Salinas, recuerda la importancia de esa “revolución” del 2006 y aboga por una nueva pedagogía o movimiento pedagógico. Esta parece una loable e interesante propuesta. El problema es que el autor dice poco sobre lo que debiera enfatizar esta nueva pedagogía o en torno a qué principios debiera construirse. En cambio, dedica la mayor parte del artículo a una crítica de organizaciones y personas que han jugado un papel en el escenario educativo actual. Esta crítica, a mi juicio es superficial e infundada. Entre las organizaciones criticadas hay dos que han contribuido decisivamente a la discusión pública sobre educación, sobre la base de trabajo serio y con buenos fundamentos teóricos y prácticos. Me refiero a Educación 2020 y a Elige Educar. Contrario a lo que sostiene el señor Salinas ambas instituciones se jugaron por realzar el papel que juegan los profesores en la educación a través del movimiento conocido como “Plan Maestro” de la que fui vocera en 2014-2015.
En particular, jóvenes de Elige Educar dedicaron extraordinaria energía y capacidad a movilizar en esta extraordinaria iniciativa, a las organizaciones de la sociedad civil a quienes les importa la educación, incluyendo a las organizaciones estudiantiles.
El Plan Maestro contribuyó a realzar los temas centrales que debía considerar la Ley de Desarrollo Profesional Docente, entre ellos el “agobio” de los docentes y asistentes de la educación, abogando por mejoras en sus condiciones laborales; la calidad en la formación docente sobre la base de mejores procesos formativos más que de controles externos; y la necesidad de otorgar apoyos razonables en el primer año de ejercicio a todos los profesores principiantes. Por otra parte Educación 2020, siendo sólo una de las organizaciones participantes en la iniciativa, estuvo presente de manera activa y pertinente mediante el aporte del conocimiento y evidencia que tienen acumulado sobre cómo funciona el sistema educativo y sus dificultades.
Hay mucho que hacer para tener una buena y equitativa educación, especialmente en el sector público. Para ello, necesitamos unir esfuerzos y colaborar desde nuestras distintas visiones y capacidades. Esa es la invitación que le hago al señor Salinas.
Beatrice Ávalos
Premio Nacional de Educación 2013
