Opinión
Lamentamos que el empresario dueño de las señales ArTV y VíaX HD no haya aceptado nuestra oferta de mantener estos canales en nuestra grilla, por el mismo precio establecido en el contrato que nos rige, pero nos sentimos tranquilos respecto de la seriedad y legitimidad de nuestra toma de decisiones.
El economista de Chicago, Milton Friedman, marcó a fuego la mentalidad de toda una generación de economistas y de ejecutivos de negocios, que hoy administran Estados y empresas en todo el mundo.
Su mantra, “la única responsabilidad de la empresa es maximizar las utilidades de sus accionistas”, ha sido apuntado como el responsable del actuar empresarial cortoplacista y únicamente orientado al lucro.
Afortunadamente, la realidad se ha encargado hace años de mostrarnos que gestionar empresas, especialmente en sociedades donde el Estado es subsidiario, es mucho más complejo. Se espera que seamos eficientes y rentables, como piso, pero también se nos exige estar abiertas a escuchar y satisfacer otras expectativas de actores tocados por nuestro quehacer. ¡Gestionar empresas se ha vuelto un desafío mucho más integral, desafiante y estimulante!
Además, la humanidad enfrenta problemas globales, como el cambio climático, la pobreza mundial, la discriminación de minorías, las brechas de acceso a servicios básicos, el agotamiento de recursos hídricos y la cuantiosa extinción de especies, por nombrar algunos.
Las empresas estamos llamadas hoy a ser verdaderos vórtices de innovación y articulación creativa, para incrementar valor privado y social simultáneamente. No es fácil, pero estamos aprendiendo a gran velocidad.
Por eso comparto plenamente la filosofía de lo que planteó ayer en este espacio, el diputado Felipe Kast, quien sostuvo que “una mirada moderna de la empresa pasa por entender que todos están llamados a jugar un rol social que va mucho más allá de lo legalmente correcto”.
Tal como lo expresa el diputado Kast, en tal sentido muchas veces las empresas nos encontramos en encrucijadas en nuestra toma de decisiones. Coincidimos plenamente. De eso se trata hoy el management, en la búsqueda de cumplir nuestras responsabilidades y equilibrar los intereses de todos los actores involucrados. Creo que ese es el desafío de todos los tomadores de decisiones en la sociedad, no solo en las empresas.
Al igual que el mundo político, el mundo empresarial está evolucionando y en ambos sectores existen líderes transformadores y modernizadores, como es el caso de Felipe Kast en la política chilena.
En VTR no pretendemos tal reconocimiento a través de este espacio, pero resulta necesario compartir públicamente, por transparencia, cuál es el rol social que nos hemos autoimpuesto, más allá de lo legal y esperable de parte de un cable-operador privado. Esperamos con esto responder a la inquietud del diputado Kast respecto de nuestras encrucijadas.
En 2002, cuando éramos una empresa pequeña y emergente, iniciamos el Programa de Fomento a la TV Local, a lo largo de Chile. Ya cumplimos 15 años promocionando el contenido regional, a través de inversión directa en infraestructura, capacitación, apoyo técnico y transferencia de contenidos, en canales locales independientes y autónomos en los cuales VTR no tiene propiedad alguna.
En total, damos espacio en nuestra grilla a 50 canales regionales y locales, sean de cable o aéreos regionales. Ello, por casi 20 años, sin que la regulación nos lo exija.
[cita tipo= «destaque»]En VTR creemos estar en esta última línea. Y gestionamos nuestras encrucijadas entre lo netamente empresarial y lo social, sobre la base de información cuantificable (como el rating y el alcance, en el caso de la programación) y metodologías conocidas de consulta a grupos de interés, para el caso de los temas sociales y culturales relevantes que debemos considerar. Lo hacemos así para evitar el voluntarismo y la autocomplacencia, por un lado, y el subsidio a las ineficiencias o el asistencialismo, por el otro.[/cita]
Somos la principal plataforma de distribución y difusión nacional del cine chileno, hace cerca de 10 años, a través de un esquema de colaboración con los creadores, incluyendo películas que no llegan a las salas de cine.
También en contenido local, creamos junto a Turner el primer canal de noticias locales 24 horas –CNN Chile–, un aporte central al periodismo independiente en el país. Luego sometimos a concurso público una segunda señal de noticias locales, que se adjudicó TVN, dando vida al canal de noticias 24 Horas.
También tuvimos la iniciativa de dar vida al único canal, de cobertura nacional, para la religión evangélica; y creamos hace tres años el primer programa de televisión sobre regiones para la audiencia nacional –Panorama 15– que producimos hasta hoy con un fuerte compromiso descentralizador y regionalista.
En un impulso que ha sido incluso reconocido por autoridades públicas por tratarse de una misión más propia de la TV pública que de un privado, hemos promovido una mirada renovada y valorativa de nuestros pueblos originarios, con series documentales como Kulmapu y Kulrapa, ampliamente difundidas por VTR, que se agregaron a una larga lista de programas sobre patrimonio cultural regional.
En el ámbito de nuestro rol social como proveedor de banda ancha, hemos liderado desde 2008 la iniciativa VTR Internet Segura, con cuatro campañas masivas de sensibilización de la sociedad, numerosas investigaciones, más de 60 mil niños capacitados presencialmente en todo Chile, manuales gratuitos, herramientas y una plataforma tecnológica que bloquea el acceso, desde nuestra red banda ancha, a sitios con contenido ilegal de abuso sexual infantil.
Ninguno de estos proyectos ha nacido de un lógica de lucro (si fuese así, no habrían existido ni perdurado), o de exigencia legal. Han sido, como en toda comunidad humana (las empresas lo son), impulsos de equipos y líderes con visión social, respaldados por una cultura corporativa de apertura, diversidad y creación de valor compartido. Y muchas de estas iniciativas nos han puesto en encrucijadas reales, previas a las decisiones respectivas.
Hay un debate en curso en la sociedad respecto de qué tanto deben alejarse las empresas de la enseñanza central de Friedman. Se advierte que cualquier asignación de recursos por fuera de la racionalidad del negocio o cualquier renuncia a buscar crecientes niveles de eficiencia, que no beneficie a los accionistas, podría estar perjudicándolos. Y con ello a la sociedad.
El tema es delicado y abre un debate interesante respecto del rol social de las empresas más allá de lo que su giro contempla. Lo que sí está ya consensuado es que existe valor social compartido (para la empresa, sus accionistas y su entorno) cuando el negocio se dirige de manera eficiente y, al mismo tiempo, sostenible.
En VTR creemos estar en esta última línea. Y gestionamos nuestras encrucijadas entre lo netamente empresarial y lo social, sobre la base de información cuantificable (como el rating y el alcance, en el caso de la programación) y metodologías conocidas de consulta a grupos de interés, para el caso de los temas sociales y culturales relevantes que debemos considerar. Lo hacemos así para evitar el voluntarismo y la autocomplacencia, por un lado, y el subsidio a las ineficiencias o el asistencialismo, por el otro. En este camino, en ningún sector (sean empresas, política o mundo social) es posible ni deseable complacer a todos los actores y todas las demandas.
En esa lógica, lamentamos que el empresario dueño de las señales ArTV y VíaX HD no haya aceptado nuestra oferta de mantener estos canales en nuestra grilla, por el mismo precio establecido en el contrato que nos rige, pero nos sentimos tranquilos respecto de la seriedad y legitimidad de nuestra toma de decisiones.
En lo que nos toca como empresa, estamos comprometidos a seguir mejorando diariamente en la búsqueda de estos equilibrios tan necesarios en la sociedad actual.
