Publicidad

Periodistas: la impunidad pone en peligro nuestro derecho a saber


En la última década, más de 800 periodistas han sido asesinados en el ejercicio de su profesión, y solo el 8% de esos casos ha sido resuelto. Estas son cifras oficiales de la Directora General de la UNESCO, una organización de 195 Estados Miembros.

El 92% de los casos no resueltos es una muestra al público de que la libertad de expresión no está protegida. Es un mensaje a la sociedad manifestándole que no puede asegurar su derecho a la información.

Es por ello que cada Gobierno debe actuar sobre la base de su responsabilidad para investigar los crímenes contra los periodistas. Cada gobierno debe actuar con prontitud y de forma minuciosa si desea sentar un precedente para otros casos.

Si permitimos cualquier forma de violencia contra los periodistas, permitimos que prevalezca la impunidad.

La impunidad implica una falla en la garantía de la justicia y cuando la impunidad termina prevaleciendo en los casos de violencia contra los periodistas, así como contra los defensores de derechos humanos, se genera una invitación no para uno, sino para que muchos casos más sucedan.

Este es el mensaje que enviamos este 2 de noviembre, en ocasión del Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra los periodistas. Es un día importante, no solo para conmemorar y honrar a aquellos que han muerto en el cumplimiento de su deber, sino también para clamar justicia en los casos de violencia y hostigamiento contra los periodistas. Todo hostigamiento contra los periodistas debe ser rechazado, incluyendo los arrestos arbitrarios y la intimidación verbal. Poner fin a la impunidad en todos estos actos es el paso más importante para garantizar la seguridad de los periodistas.

[cita tipo= «destaque»]Cada vez que un periodista es atacado, amenazado, asesinado u hostigado y el caso no es investigado, se genera una invitación para más violencia. Cada vez que no hay justicia para un periodista que ha sido victimizado, se incentiva a los atacantes a continuar.[/cita]

Proteger a los periodistas y garantizar una prensa libre es esencial para el desarrollo de las sociedades. También es transcendental para que cada mujer y hombre ejerzan su derecho de acceso a la información, su derecho a participar como ciudadanos en democracia y su derecho a trabajar por el derecho al desarrollo.

Esto es relevante, porque necesitamos que la libre expresión, la democracia y el acceso a la información sean el motor de un desarrollo sostenible más inclusivo. Es por ello que los Objetivos de Desarrollo Sostenible, acordados el año pasado por todos los estados en las Naciones Unidas, reconocen en el objetivo 16 y su meta 10, la necesidad de garantizar su “acceso público a la información”, para así garantizar el logro de los 17 objetivos.

Cada vez que un periodista es atacado, amenazado, asesinado u hostigado y el caso no es investigado, se genera una invitación para más violencia. Cada vez que no hay justicia para un periodista que ha sido victimizado, se incentiva a los atacantes a continuar. La fecha de ayer, 2 de noviembre, fue el aniversario del asesinato de dos periodistas franceses en Mali en 2013. Cuatro años antes, más de 30 periodistas fueron asesinados en la masacre de Maguindanao en Filipinas. Este fue el acto más mortífero para los periodistas en la historia. Ninguno de los dos casos ha sido resuelto todavía.

Para ayudar a asegurar la justicia para los periodistas, la UNESCO trabaja junto a los Poderes Judiciales de todo el mundo para sensibilizarlos acerca de la importancia de los casos en los que los periodistas son asesinados.

La UNESCO también se ha asociado con la prensa, los gobiernos y los grupos de la sociedad civil para concientizar sobre este asunto. Esta acción es impulsada por el Plan de Acción de las Naciones Unidas para la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad, que exhorta a establecer alianzas de amplio espectro. El Plan fue avalado por la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 2013.

Ayer, 2 de noviembre, fue un día para clamar por la justicia, luchar por la seguridad de los periodistas y poner fin a la impunidad. Es el día para pedir a los gobiernos que respondan a los casos de los periodistas asesinados, y para exhortar a los sistemas de justicia a que conduzcan de forma expedita y efectiva investigaciones respecto a estos crímenes.

Erradicar la impunidad en los casos de ataques contra los periodistas es esencial para la libre expresión, los derechos humanos y el acceso público a la información. Es lo que todos deberíamos alentar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias