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Todo sobre Bolivia

Alberto Sepúlveda Almarza
Por : Alberto Sepúlveda Almarza Presidente de la Asociación Chilena de Especialistas Internacionales (ACHEI). Doctor en Ciencias Políticas y Sociología.
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“En Chile no da plata escribir”, me decía mi antiguo Profesor de Derecho Internacional, Fernando Gamboa, en la presentación del libro “Todo sobre Bolivia y la compleja disputa por el mar” de José Rodríguez Elizondo, alias Pepe.

Pepe es uno de los escasos intelectuales que escribe, libro tras libro, ofreciendo estudios y propuestas que nos permiten comprender nuestra política exterior. Y se expresa en un lenguaje claro, ameno y sencillo sin usar, lo que un alumno mío de Estados Unidos llamaba “palabras de un millón de dólares”.

“Todo sobre Bolivia…” es un texto que debe ser leído por aquellos motivados por los temas internacionales que afectan a nuestro país.

Las relaciones con Bolivia o, mejor dicho, la falta de relaciones diplomáticas con el país vecino, es una piedra en el zapato en nuestra política exterior.

El libro de Pepe proporciona una abundante información, citando a autores bolivianos, chilenos y peruanos y condensa los principales temas a debatir.

[cita tipo= «destaque»]Las relaciones con Bolivia o, mejor dicho, la falta de relaciones diplomáticas con el país vecino, es una piedra en el zapato en nuestra política exterior. El libro de Pepe proporciona una abundante información, citando a autores bolivianos, chilenos y peruanos y condensa los principales temas a debatir.[/cita]

A su juicio ellos son los siguientes:

1.- La única salida al mar, aceptada por los analistas bolivianos, pasa por el corredor al norte de Arica y ello implica el asentimiento del Perú. Estiman que los chilenos no aceptarían una división de su territorio al establecer un pasaje más al sur de Tarapacá.

Rodríguez Elizondo repite el juicio de Juan Miguel Bákula, el gran diplomático peruano, que señaló que Augusto Leguía y Carlos Ibáñez Del Campo, al suscribir el Tratado de 1929, el de la “repartija”, Tacna para Perú, Arica para Chile, plasmaron también una alianza entre los dos países, en desmedro de Bolivia. Lima y Santiago proclamaron en todos los foros internacionales que los tratados de límites sólo podían ser cambiados por acuerdo de las partes, y no en forma unilateral.

Pepe acota que esta relación privilegiada se rompió en 1950 cuando Gabriel González Videla, estimulado por el Presidente de Estados Unidos, Harry Truman, ofreció una salida al mar a Bolivia por Arica a cambio de la participación de Chile de las aguas del Lago Titicaca, para irrigar el desierto nortino. No existió consulta previa al Perú, como tampoco pasó en Charaña. En ambos casos las relaciones con Lima se tensionaron rompiéndose la alianza con nuestro vecino del norte y Bolivia tampoco pasó a la categoría de aliado. Perdimos en los dos frentes.

Hoy estamos con una promisoria amistad con Perú, avalada por la Alianza del Pacífico y cabe la duda de la utilidad de romper esta situación ofreciendo de nuevo un término de la frontera Tacna-Arica, para introducir a Bolivia.

2.-El segundo elemento que recalca el autor es la creación del odio a Chile en las enseñanzas de las escuelas de Bolivia. Mientras esta situación se mantenga se hacen imposibles las negociaciones con nuestro país ya que toda concesión que hagamos será estimada, por los bolivianos, como una reparación a las injusticias del pasado y, simplemente, pedirán más beneficios. Este tema deberá ser informado a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que pide “negociaciones armoniosas entre Bolivia y Chile“.

3.-En caso que la CIJ otorgue territorio de Chile a Bolivia, saltándose el respeto a los tratados. La única alternativa, a ojos de Pepe, es simplemente salirse del alero de la Corte y desconocer el acuerdo.

Hay que leer el libro. Tiene mucha información.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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