Señor Director:
Miles de jóvenes se encuentran rindiendo la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Cada año, hemos sido muchos estudiantes quienes hemos criticado el sistema de admisión a la educación superior, y en el último tiempo se han sumado a esta posición voces de las más variadas vertientes políticas.
Los argumentos que justifican estas críticas ya son bastante conocidos: La brecha entre colegios particulares y municipales que aumenta constantemente, llegando a ser incluso de más de 130 puntos. Esto demuestra que a pesar que los talentos están igualmente repartidos en la sociedad, el sistema de acceso no es reflejo de ello. Triste ejemplo es el caso de nuestra propia casa de estudios, donde cerca del 60% proviene de colegios particulares pagados, que representan solo el 7% de la matricula nacional.
Además, los colegios técnicos siguen siendo discriminados a través de esta prueba. El aumento constante de contenidos ha tenido implicancias directas en la diferencia de resultados según tipo de colegio. Mientras muchos de ellos pasan materia científico-humanista solo hasta 2° medio, la prueba no distingue y evalúa esos contenidos hasta 4°.
Por sobre esto, y como guinda de la torta, se continúan manteniendo importantes brechas de género. El año pasado solo 7 de 65 puntajes nacionales fueron mujeres. Esto solo se viene a complementar a la evidencia internacional que muestra que Chile es de los países con más diferencias por género en educación (prueba PISA).
Y estos no son los únicos problemas asociados a la PSU, pues también hay otros, como la baja capacidad de predecir que tiene la prueba, muy por debajo de los estándares internacionales. Por ejemplo, si la correlación entre resultados en Lenguaje, y notas en primer año de universidad en EE.UU. (SAT) es de 0,48; en Chile (PSU) es de 0,18 (Phelps, 2014).
A diferencia de años anteriores, hoy estamos frente a una oportunidad única para atacar el problema. Nos encontramos en medio de la discusión sobre una reforma que apunta a cambiar nuestro sistema de Educación Superior, y un debate presidencial que comienza a tomar forma. Frente a ese desafío, desde la FEUC invitamos a que como estudiantes tomemos conciencia de esta materia y nos movilicemos, para que no se nos escape la oportunidad de transformar nuestro sistema de acceso en uno más justo, que no potencie sino que corrija una estructura económico-social que estratifica el acceso a los distintos niveles de participación en las esferas políticas, sociales y comerciales de nuestro país, y que no satisface la condición de igualdad que merecen todos los ciudadanos de Chile.
Sofía Barahona
Presidenta FEUC
Vicente Iglesias
Vicepresidente FEUC
