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Legítima defensa y tenencia responsable de armas


Han existido en Chile discusiones sobre la legítima defensa y el uso de armas, en relación a casos de connotación periodística en los que las víctimas de robo hicieron uso de la defensa propia y/o de parientes. Se encuentra, por ejemplo, el caso de la mujer de 61 años que habría arremetido contra quienes pretendían, presuntamente, robarle.

Ante casos de importancia periodística como estos, siempre surgen discusiones y preguntas, tales como, el de si se justificó la defensa y en qué condiciones habría de justificarse. Pero a mi modo de ver, es más importante la problemática política de fondo: la política-criminal del Estado frente a la tenencia responsable de armas como medio de defensa legítima.

Desde USA ha existido una tendencia bastante fuerte propiciada desde las administraciones gubernamentales, de expropiar físicamente las armas de manos de los ciudadanos y de “expropiar” su derecho a la defensa, privando del uso de las mismas con ese objeto. Ello viene dándose con mayor fuerza desde la administración Clinton, sin decaer en la administración Bush, e insistiéndose en ello en la administración Obama. Uno de los argumentos es la proliferación del uso de armas en masacres ocurridas en diversos lugares de afluencia pública, entre ellos, escuelas y colegios. En un Documental de Michael Moore, “Bowling for Columbine” (2002), él mismo mencionaba que partió con una hipótesis: el que dichos hechos se producían por la libre compra-venta y tenencia de armas en USA, pero que debió cambiar la hipótesis con casos de países como Canadá, donde se compraba y se portaban tantas armas como en USA, pero que en ella no existían hechos como los que comienza describiendo en su documental. El problema no era la normada libre compra de armas ni la tenencia: era la de una cultura de violencia y del miedo instalada en USA.

La cultura en USA ha influenciado a la cultura chilena. Muchos noticiarios se concentran en los hechos policiales de un modo agobiante. Los video-juegos, la televisión, los programas, el espectáculo, se encuentra orientado a generar violencia y a sostenerla en el tiempo. Existe una disolución de la cultura nacional a través de la violencia.

Y como es esperado, la tendencia de USA sobre el control de armas, también ha influenciado de un modo u otro a la política criminal chilena. De ahí las iniciativas para retirar las armas de los ciudadanos chilenos, como por ejemplo “entrega tu arma”.

[cita tipo=»destaque»]La política-criminal y la legislación debiera propender justamente en la vía contraria, a regularizar las situaciones de armas no inscritas, a satisfacer el derecho de legítima defensa con la necesaria tenencia y posesión legal de armas de cada ciudadano, a hacer un uso responsable y diligente de ellas, y a hacer una utilización racional de la legítima defensa, mediante la educación.[/cita]

Quienes las han entregado, lo han hecho voluntariamente, porque justamente ellos no son quienes las utilizan para agredir. Pero esto trae un problema grave, ya que no existe legítima defensa sin medios de defensa. Los atacantes, por regla general, no agreden con palos y piedras, con lo cual, se rompe la proporcionalidad del medio, pero en desmedro del defensor. Cualquier ley que en el futuro tenga por objeto retirar de manos de los ciudadanos las armas, no es más que una forma de expropiar la legítima defensa. La posesión y tenencia responsable de armas, es un derecho básico que integra la legítima defensa. Sin él, la legítima defensa se hace ilusoria.

La política-criminal y la legislación debiera propender justamente en la vía contraria, a regularizar las situaciones de armas no inscritas, a satisfacer el derecho de legítima defensa con la necesaria tenencia y posesión legal de armas de cada ciudadano, a hacer un uso responsable y diligente de ellas, y a hacer una utilización racional de la legítima defensa, mediante la educación.

Los derechos personales deben fortalecerse, no disolverse. Si el Estado no es capaz de garantizar la defensa de la vida o bienes de una persona, habrá de ser él mismo quien pueda operar para sostenerla. Pero no se podrá si se merma una porción necesaria de este derecho, como lo es la tenencia y posesión responsable de armas. Este es un derecho ciudadano básico que no puede dejarse cercenar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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