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Revolucionarios de pacotilla: el rol de la DC y Ricardo Lagos

Mario Waissbluth
Por : Mario Waissbluth Ingeniero civil de la Universidad de Chile, doctorado en ingeniería de la Universidad de Wisconsin, fundador y miembro del Consejo Consultivo del Centro de Sistemas Públicos del Departamento de Ingeniería de la Universidad de Chile y profesor del mismo Departamento.
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A veces los «revolucionarios de frappuccino» o «de pacotilla» me agotan. Ultimamente, pareciera que para ellos ser DC, o ser Lagos, es la encarnación de todos los males. 
Entre ellos y el Mamo Contreras o Krassnoff sólo habría un pelito de diferencia, casi indistinguible. Como que si fueran «el enemigo principal».

Observé las mismas imbecilidades suicidas en la época de la UP. Para algunos militantes del Partido X era más vital joderse a los del Partido Z que combatir a Pinochet. 

Parto por decir que no soy ni nunca he sido DC. Tanto así, que fue un joven DC, estudiante en la U. de Wisconsin en el año 73 y mi compañero de volleyball, el que resultó ser agente del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea. Él me denunció -y presumió de aquello- por haber cuestionado públicamente el golpe en USA, lo cual me costó 14 años de exilio. Por tanto, algunas charreteras tengo para opinar del tema, más que algunos revolucionarios de pacotilla que en esa época no eran siquiera un proyecto de espermatozoide, y otros revolucionarios mas viejitos y añosos que aun no entienden que el muro de Berlin se cayó y que tenemos muro de Trump. En realidad, sus neuronas todavía no han evolucionado para entender que entre el blanco y el negro hay tonos de gris. 

¿Llamaron muchos DC, incluido Aylwin padre, al golpe? Sí. ¿Lideraron el retorno a la democracia, junto con fuerzas de izquierda? También. ¿Balearon en Roma los militares al ilustre DC Bernardo Leighton, dejando a su esposa parapléjica? También. (Supongo que muchos ni saben quien fue). Frei Montalva, el de la Revolución en Libertad, que también llamó al Golpe, fue muy posiblemente asesinado. Así de complejos son los procesos históricos.

¿Han tenido los DC dos Presidentes democráticos? También. Sin ellos, así como sin Lagos, es posible que los jóvenes revolucionarios de pacotilla hoy andarían presos, muertos o en alguna innovadora Villa Grimaldi como fruto de un segundo golpe de Estado que se cernió ominosamente sobre Chile desde el 90 hasta, por lo menos, el 2005. 

[cita tipo=»destaque»]Observé las mismas imbecilidades suicidas en la época de la UP. Para algunos militantes del Partido X era más vital joderse a los del Partido Z que combatir a Pinochet.[/cita]

Se requirieron muchos cojones para levantar un proyecto democrático con los militares dueños de Chile, con Consejo Superior de Seguridad Nacional, Senadores Designados, espionaje militar, Ley Reservada del Cobre, una Constitución de mierda (que fue sustantivamente modificada por Lagos para sacar a los militares de muchos enclaves de poder) y un largo etcétera que no termina de acabarse. El «dedo de Lagos», estimados revolucionarios de pacotilla, no se usó para sacarse los mocos sino para plantarse frente a los milicos en 1988. A ver si hoy se atreverían a darle el mismo uso. 

¿Son los DC un partido homogéneo? No. Va desde doña Yasna hasta don Ignacio, pasando por todo el espectro, que también incluye a Carolina Goic. Lo mismo ocurre con el PS, el PPD, el PR, RN, la UDI, Evópoli. Hasta el Frente Amplio hoy se divide en facciones con discrepancias no menores. Hay diferencias en todo el espectro, tanto en temas educativos como de CAE, Transantiago, AFP o cualquier tipo.

¿Somos todavía un país con muchas políticas públicas que le extraen a los más pobres para darle a los más ricos? Por supuesto. ¿Requerimos una nueva generación de consensos para avanzar hacia un país más justo, que crece y le da oportunidades a todos, y también para disminuir esta enfermiza crispación que nos desgasta a todos? Por cierto.

O las fuerzas progresistas aprenden de una vez por todas a entender cuáles son los obvios enemigos principales, y con quienes deberán aprender de una vez por todas a generar ciertos consensos, o Chile se volverá a dividir en tres tercios y nos vamos a ir todos al carajo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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