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Tere Marinovic, miremos más allá de nuestra propia nariz

Nicol Garrido Moreno
Por : Nicol Garrido Moreno Secretaria Nacional de la Mujer PPD
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Tengo razones para estar indignada con Teresa Marinovic. En su último video expone largamente su postura de no celebrar el Día de la Mujer…

Las que no celebramos, sino que conmemoramos más de un siglo por la igualdad, tenemos suficientes razones – con todos nuestros matices – de levantarnos y rechazar su discurso. Intentaré, en algunas líneas, explicar el por qué de mi negativa/rechazo:

Creo que lo expuesto por Teresa implica no entender nada lo que reivindicamos como feministas (hombres y mujeres), ya que aspiramos a tener igualdad y no derrotar a un género en virtud de otro.

Teresa, señalas que las mujeres podemos movernos libremente en el mercado del trabajo, en este punto te equivocas. Te comento que es un hecho probado empíricamente que en Chile no podemos acceder a los directorios de las grandes empresas – el 6,6% son mujeres en Ipsa (empresas que componen el Índice de Precios Selectivo de Acciones), por su parte, en el emprendimiento – 38,18%, INE – sí somos más. Es un hecho que se nos asignan cargos asociados a “nuestro rol”: mayoritariamente cajeras, promotoras, vendedoras, a cargo de las cocinerías de nuestros puertos y mercados. Poco aún, muy poco, de gerentas, jefas de obra, administradoras municipales.

[cita tipo=»destaque»]La lucha por los derechos de las mujeres suele ser ridiculizado y trivializada, no solo por quienes nos llaman feminazis, sino también por propias mujeres… Tere Marinovic mi lucha es también por ti.[/cita]

Teresa, dices que en la pareja debemos ser objeto sexual, al igual que nuestras parejas, tus afirmaciones se basan en la ignorancia de creer que somos objetos y no personas. La pareja debe ser el espacio donde se comparten proyectos de vida, no única y exclusivamente la reproducción y el placer. Que tienen su lugar, pero se inscriben en un entramado de afectividad, incluso si no queremos ser madres. El problema que quizás se te escapa, es que donde vayamos – en varios espacios de nuestra vida cotidiana – sí somos objetos sexuales. Así lo creen los que nos manosean en el metro, los que nos tocan la bocina en las calles y los que nos susurran los piropos que a ti te puede parecer “inofensivos” cuando no son chabacanos. Son violencia, te informo.

A modo de cierre no te quiero hablar a ti. Quiero hablarle a la opinión pública. Es preocupante que este tipo de discurso tenga mayor tribuna que nuestras reivindicaciones por la igualdad de género. No hablo de vulnerar la libertad de expresión, más bien, es un llamado a no prestar oídos a las incitaciones al odio.

En un mismo video se nos dijo: “histéricas, hipersensibles, estúpidas” y a los hombres que no nos mandan a callar se les dijo: “pelotudos, macabeos”. ¿Qué debate serio puede haber con un discurso así de básico? Así… así no se puede.

La lucha por los derechos de las mujeres suele ser ridiculizado y trivializada, no solo por quienes nos llaman feminazis, sino también por propias mujeres… Tere Marinovic mi lucha es también por ti.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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