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Con frío en la ciudad feliz

Por: Pablo Padilla Rubio, Coordinador Frente de Trabajadoras y Trabajadores de Revolución Democrática


Señor Director:

Llegó a Maipú con frío. Es la clásica mañana de esta comuna. Unos carteles municipales me informan que esta es una “ciudad feliz”, y que está renaciendo.

Mi destino de hoy es ir a apoyar al compañero Patricio Bustamante, presidente del Sindicato de Trabajadores a Honorarios del municipio. Patricio ha sido despedido en un proceso dudoso, donde se alegan “faltas graves” sin pruebas, evaluación de desempeño ni sumario. Al parecer, este tipo de procesos vienen siendo de lo más comunes en la “ciudad feliz”.
Patricio es, lamentablemente, uno más de los funcionarios (y vecinos de la comuna muchos ellos), que sufren los rigores de esta felicidad que está a cargo del gobierno local.

Más allá de los detalles del caso específico, es ciertamente interesante el modo en que la alcaldía gremialista, recién instalada, logró posicionar su discurso. En este relato, el alegato de probidad sirve para justificar despidos sin debido proceso, la estigmatización del funcionario público y el linchamiento público sin derecho a responder. Los medios, cómo no, se hacen eco del asunto, regalando minutos y centímetros para las acusaciones edilicias, pero mezquinando un examen objetivo del tema para entregar la versión de la contraparte.

Lamentablemente, este discurso también hace mella en parte del mundo popular, que se compra sin examen ni crítica, todo el tema de los “trabajadores fantasmas”, dando por ciertas las afirmaciones de un sector político que ha hecho de la mentira su principal herramienta política.

Porque, más allá, de cualquier consideración, trabajadoras y trabajadores son sujetos de derechos que acá se pasan a llevar: un empleo seguro, con contrato, libre de arbitrariedades, la posibilidad de tener un debido proceso al ser sancionados o despedidos. Naturalizar sin cuestionamientos el discurso del “empleado público flojo” le hace un flaco favor a las luchas de la clase trabajadora.

El frío de la “ciudad feliz” pareciera reflejar en parte la situación impuesta desde el municipio. Hay que hacer algo para frenar el invierno; para impedir que esa gélida ventolera anti sindical se extienda a otras comunas, otras provincias y regiones. Que no se haga costumbre ese disfraz de probidad que sólo encubre la persecución.

Pablo Padilla Rubio
Coordinador Frente de Trabajadoras y Trabajadores de Revolución Democrática

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