Señor Director:
Para muchos chilenos y para los habitantes de la comuna de La Higuera, cuesta entender el rechazo de algunos seremis y del Intendente de la IV región al proyecto minero Dominga. Por un lado, la señal que se da a la inversión en momentos que la economía está prácticamente estancada es pésima; por otro lado, se traicionan las ilusiones de miles de personas, que viven en situaciones aisladas y pueblos abandonados, cuya tendencia natural es a desaparecer; donde no existe trabajo local, todos los jóvenes tienen que emigrar; no hay oportunidades de alcanzar los mismos estándares socio-económicos de las minorías que se oponen al proyecto; en definitiva, el egoísmo de unos pocos y el castigo político de las autoridades a un proyecto en que Piñera tuvo una inversión antes que si quiera fuese del actual propietario Andes Iron, frustraron la esperanza de miles de personas de contar con un buen trabajo, generar emprendimientos y mejorar su calidad de vida. En un país eminentemente minero y en una zona de la región históricamente minera, donde se ha explotado hierro durante cientos de años, donde buena parte de la tradición familiar gira en torno a la minería, resulta absurdo y mezquino oponerse a proyectos que han atravesado años de estudios y han superado todas las exigencias que les ha hecho el Servicio de Evaluación Ambiental. Es en consecuencia, una invalidación del trabajo realizado por el SEA; un golpe a la institucionalidad ambiental de Chile y un desprecio a la identidad nacional. La vida que llevamos está absolutamente ligada a los metales. Todo lo que usamos es de metal o fabricado o transportado por algo de metal. La minería ha acompañado al ser humano desde la Edad del Bronce. Nuestro país tiene reservas de minerales. No somos suizos que fabriquen relojes; no somos coreanos que fabriquen televisores, ni japoneses que fabriquen computadores o alemanes que fabriquen autos. Nos tocaron minerales y debemos hacer una buena minería. Eso es lo que hay que exigir; elevar los estándares, no oponerse a nuestra realidad y ser tan egoístas desde la comodidad de la posición ABC1 de los opositores al proyecto.
Cordiales saludos,
Daniel Green
Ingeniero forestal
Consultor ambiental
