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Siria, el primer blanco de Trump


Desde su súbita irrupción en la política, el más radical de los republicanos –Donald Trump- ha amenazado el orden vigente (establishment), entonces, con el filo de la lengua, hoy, con su pragmática letal.

De momento, la intervención militar de Estados Unidos en contra del régimen de Al Assad (el día de ayer), es vista con buenos ojos por parte importante de la comunidad internacional. Pero ¿en qué posición deja esto a las instituciones de gobernanza global?

El mensaje de Trump ha sido claro… en realidad no hay contexto político en el mundo que esté fuera de la esfera de manejo estadounidense, simplemente hay situaciones que despiertan su mayor o menor interés o circunstancias específicas que demoran su intervención. Como sea, el ataque aéreo a la base militar Siria es un primer paso en su camino para restablecer al país del norte en la cabeza de la hegemonía política mundial –una de sus principales promesas en la campaña electoral.

Mientras el mundo aún se conmocionaba ante los horrores de los ataques con armamento químico en contra de la población Siria –especialmente en contra de niños-, con sorprendente eficacia y un profuso sentido de espectacularidad, las acciones de Trump no sólo han quedado libres de todo cuestionamiento sino que le han permitido encontrar esa aparente unidad que hasta el día de hoy no había alcanzado.

[cita tipo=»destaque»]En adelante, Rusia reforzará las defensas aéreas sirias enrareciendo todavía más el clima de hostilidad que reina en el escenario político internacional, mientras se espera que Trump intensifique su presencia en la zona, radicalizando su posición en lo que puede ser una estrategia que instrumentalice una tragedia humana para fines políticos e intereses económicos.[/cita]

En adelante, Rusia reforzará las defensas aéreas sirias enrareciendo todavía más el clima de hostilidad que reina en el escenario político internacional, mientras se espera que Trump intensifique su presencia en la zona, radicalizando su posición en lo que puede ser una estrategia que instrumentalice una tragedia humana para fines políticos e intereses económicos.

Finalmente, todo esto nos lleva nuevamente a la pregunta ¿Cuál será el rol de Naciones Unidas y de su Consejo de Seguridad en el futuro desarrollo de este conflicto? Y ¿Cuál será el próximo blanco de Trump?

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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