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La confusión del PPD Opinión

La confusión del PPD

Germán Silva Cuadra
Por : Germán Silva Cuadra Psicólogo, académico y consultor
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De seguro, en los próximos días tendremos a la figura de Girardi irrumpiendo con fuerza en la agenda pública. Está claro que el senador tiene un peso importante en ese partido y sabe que la decisión que tomen en materia presidencial es crítica para el futuro de la colectividad que controla desde las sombras. Y, de seguro, ya habrá llamado a Navarrete para darle instrucciones.


Está claro que en el PPD quedaron descolocados con el retiro de su abanderado de la carrera presidencial. Desde ese momento han aparecido dando palos de ciego, poniéndose en posiciones contradictorias, pero, especialmente, entregando señales de haber quedado a la deriva.

Lo cierto es que, hasta el anuncio de Ricardo Lagos, el partido había logrado recuperar un poco de aire, gracias a un proceso de refichaje que hasta unos pocos meses atrás parecía algo imposible y, lo más importante, se estaban aglutinando detrás de uno de sus fundadores y figura emblemática de la colectividad.

En cierta forma, el programa presentado por el ex Mandatario el día 14 de enero, cuando fue proclamado, logró conectar a sus militantes con ese extraviado concepto de progresismo, el que años atrás permitió que este partido se instalara en la política chilena como una novedad. Lagos en ese momento habló de crecimiento sustentable, defendió el rol del Estado, resaltó la comunicación ciudadano-Gobierno y la conectividad digital, insistió en la lucha contra la desigualdad –partiendo por la de género– y postuló la expansión de las libertades.

Un relato que logró reencantar a los militantes de ese partido que venía de capa caída hacía rato, luego del episodio de SQM, su “retroexcavadora”, la derrota de Carolina Tohá y la escuálida participación en las elecciones internas –un 25% menos que en la anterior–. En cierta forma, Lagos le había traído oxigeno a este paciente de UTI.

Pero la ilusión duró poco, apenas dos meses. Hoy el PPD parece estar de nuevo intentando recuperar la identidad perdida, en un contexto en que varios le han arrebatado el espacio que hace dos décadas ocupó en la política chilena. Revolución Democrática, el Frente Amplio o, incluso, Evópoli y Ciudadanos, conectan más con la gente joven y el mundo liberal, laico y progresista.

Sin candidato, la confusión parece haberse apoderado del Partido por la Democracia. Mientras sus aliados naturales –el PS y el PR– se han enfocado en la campaña de Guillier, en el partido de Guido Girardi se enfrentan posiciones que debaten entre llevar un candidato propio, proclamar al senador por Antofagasta o sumarse a la opción de Goic. Poca claridad y, lo que es peor, muy escasos argumentos, salvo el del pragmatismo de la sobrevivencia. Y, claro, el tiempo se acaba.

La primera cruzada que parece haber asumido un sector del partido es la de salvataje de la Nueva Mayoría. Según algunos dirigentes, si el PPD proclama a Carolina Goic, permite equilibrar las fuerzas al interior del alicaído conglomerado, considerando que dos de sus integrantes –y de seguro se sumará el PC– ya están jugados por un candidato.

De acuerdo a un grupo más histórico, y con lazos en la antigua Concertación, el PPD puede contribuir a mantener la unidad de la NM y, de paso, quedar de aliados con la DC en una lista parlamentaria común, cosa que siempre el partido de la falange privilegió con el PS. La verdad, esta fórmula es un salvavidas para dos partidos en apuro.

Otro grupo, tal vez el más nostálgico, busca desesperadamente un reemplazo para Lagos, partiendo por la muy poco original idea de reemplazar al padre por el hijo. Lo nombres que han circulado van desde el propio Girardi, pasando por Nicolás Eyzaguirre –quien ya anunció su retiro de la política al finalizar este Gobierno– y rematando en el panelista de TV Francisco Vidal. Y un último sector está por proclamar directamente a Guillier. De hecho, ya se reunieron en privado con el senador. En la cita participó la directiva del partido.

[cita tipo=»destaque»]Navarrete planteó la curiosa opción de definir al candidato del oficialismo por medio de una encuesta, en caso de no existir acuerdo para realizar una primaria el 2 de julio. La idea no pasaría de ser una anécdota simpática, pero proviene del presidente de un partido. Si su intención fue hacer un gesto hacia la DC, la verdad es que solo puede haber provocado irritación en las filas de esa colectividad. ¿Quién en el PDC podría suscribir un mecanismo tan básico y simple, más aún cuando Carolina Goic no supera el 2% en todos los sondeos?[/cita]

Pero quien ha representado mejor este estado de ambigüedad y confusión –al menos desde lo público– es el presidente de la colectividad, Gonzalo Navarrete, un hombre que logró instalarse en ese cargo gracias a quien, en su oportunidad, Pepe Auth calificó como el “socio y controlador” del partido: Guido Girardi.

Lo cierto es que el ex subsecretario de Salud y ex alcalde de Lo Prado no es el mejor vocero que ha tenido el PPD. Suele hacer declaraciones apasionadas, pero se contradice pronto. Su relato calza muy bien con un estilo de hacer política tradicional, donde las redes y “trenzas” no dejan que emerjan contenidos de fondo, más ideológicos.

A Navarrete se le nota mucho que él tenía previamente un rol de operador en esta colectividad. Y la guinda de la torta la puso en una extensa entrevista concedida a El Mercurio. Además de ratificar todas las alternativas que tiene el partido frente al tema presidencial y no jugarse por ninguna de estas, agregó un nuevo factor al ya confuso escenario que deberá enfrentar la Nueva Mayoría en las próximas semanas, partiendo por la junta nacional de la DC, el día 29 de abril.

Navarrete planteó la curiosa opción de definir al candidato del oficialismo por medio de una encuesta, en caso de no existir acuerdo para realizar una primaria el 2 de julio. La idea no pasaría de ser una anécdota simpática, pero proviene del presidente de un partido. Si su intención fue hacer un gesto hacia la DC, la verdad es que solo puede haber provocado irritación en las filas de esa colectividad. ¿Quién en el PDC podría suscribir un mecanismo tan básico y simple, más aún cuando Carolina Goic no supera el 2% en todos los sondeos?

De seguro, en los próximos días tendremos a la figura de Girardi irrumpiendo con fuerza en la agenda pública. Está claro que el senador tiene un peso importante en ese partido y sabe que la decisión que tomen en materia presidencial es crítica para el futuro de la colectividad que controla desde las sombras. Y, de seguro, ya habrá llamado a Navarrete para darle instrucciones.

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