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Transgénicos: ¿Son sustentables?

Por: Miguel Ángel Sánchez


Señor Director:

Seguramente en varias ocasiones has leído en algunos medios y redes sociales que los cultivos transgénicos “son dañinos para el medio ambiente”, “aumentan el uso de pesticidas”, “reducen la biodiversidad”, “merman la calidad del suelo”, entre otras cosas. Sin embargo, la realidad es totalmente opuesta, ya que estos cultivos son una herramienta que contribuye a mejorar la producción agrícola de una forma ambientalmente amigable.
Si revisamos el estudio “GM crops: Global socio-economic and environmental impacts 1996-2014” que abarca cerca de dos décadas, se observan al menos 3 grandes beneficios ambientales asociados a los cultivos transgénicos:

1. Los transgénicos resistentes a insectos han reducido el uso de pesticidas entre 1996 y 2014 en 581 millones de kilogramos. Como resultado, esto ha disminuido el impacto ambiental asociado a los fitosanitarios usados en la superficie sembrada con cultivos transgénicos en un 18,5%. Esta cantidad equivale al total de ingrediente activo de pesticida aplicado a los cultivos en China por más de un año.

2. Los cultivos transgénicos permiten una reducción significativa de emisión de gases de efecto invernadero. Esto se debe al menor uso de combustible e insumos, así como al menor almacenamiento adicional de carbono en el suelo por reducción de la labranza. Entre 1996 y 2014 los cultivos GM han reducido en 187 millones de kilogramos las emisiones de CO2. Esto equivale a retirar de las calles más de 83 millones de vehículos, o el equivalente al parque vehicular completo de Brasil durante un año.

3. Entre 1996 y 2014, gracias a los cultivos transgénicos se produjo un adicional de 322 millones de toneladas de maíz, 158,4 millones de toneladas de soja, 27,4 millones de toneladas de fibra de algodón, 9,2 millones de toneladas de canola, y sólo en Estados Unidos y Canadá produjeron un extra de 900.000 toneladas de remolacha. Sólo en 2014 sin cultivos transgénicos los agricultores hubiesen necesitado 21 millones de hectáreas extras de tierra para producir la misma cantidad de cultivos – lo cual equivale al 33% de la tierra cultivable de Brasil. Esta mayor producción sin el uso de tierras adicionales protege bosques, selvas y la biodiversidad.

Más específicamente, en el caso de Chile, hay un estudio del año 2012 elaborado por científicos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Talca que concluye que, aparte de los beneficios económicos que otorgaría el maíz transgénico tolerante a insectos plaga al agricultor chileno, aportaría importantes beneficios ambientales al reducir hasta 11 litros por hectárea el consumo de diésel, con lo cual se dejarían de producir 42,5 Kg de CO2 por cada hectárea de maíz.
Gracias a los cultivos transgénicos podemos producir más alimentos con menos tierra, menos agua, menos aplicaciones de fitosanitarios, menos combustibles y mitigando el cambio climático. Evitemos bloquear con argumentos ideológicos una herramienta esencial para la agricultura sustentable del futuro.

Miguel Ángel Sánchez, PhD, Director Ejecutivo de ChileBio

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